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Llegamos al mes de diciembre observando el horror que se ha estado viviendo en la Franja de Gaza estos últimos meses. Se ha convertido en uno de los asedios más violentos y duraderos en el tiempo por parte de Israel a esta zona. Tal está siendo la situación crítica para los habitantes de la Franja, que la gran mayoría de países ha pedido el alto al fuego, así como otras grandes organizaciones como Las Naciones Unidas y ahora también la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta lo ha hecho hace escasos días tras lanzar una potente advertencia: 1 de cada 4 hogares en la Franja de Gaza se enfrenta a “condiciones catastróficas”, debido a una “combinación letal” de hambre y enfermedades, con 150.000 casos de infecciones respiratorias registrados y otros 100.000 de diarrea, entre otros muchos brotes infecciosos. Por todo ello, volvieron a reiterar su llamamiento al "cese inmediato" de los ataques a la zona por parte de Israel.
Gaza convertida en una cárcel de escombros, hambre y enfermedades
Desde la OMS dieron otro dato contundente: Un 93% de la población de Gaza, una cifra "sin precedentes", se enfrenta a niveles críticos de hambre. Esto se debe especialmente a la escasez de alimentos por el bloqueo de Israel a la ayuda humanitaria que intenta entrar en Gaza. La malnutrición es una realidad especialmente perjudicial para los menores. Así pues, junto al hambre, también se suma un "aumento vertiginoso" de las tasas de enfermedades infecciosas.
"Desde mediados de octubre se han notificado más de 100.000 casos de diarrea. La mitad de estos se encuentran entre niños pequeños menores de 5 años, un número de casos que es 25 veces mayor que el notificado antes del conflicto", confirman las cifras de la Organización. A estos casos se le suman infecciones en las vías respiratorias, meningitis, erupciones cutáneas, sarna, piojos y varicela. También se sospecha de hepatitis, ya que muchas personas presentan signos reveladores de ictericia.
Esta situación se vuelve especialmente complicada debido a la falta de alimentos, ya que según explicaban en el mismo comunicado, "Mientras que un cuerpo sano puede combatir más fácilmente estas enfermedades, un cuerpo desgastado y debilitado tendrá dificultades, ya que el hambre debilita las defensas del cuerpo y abre la puerta a la enfermedad".
Una situación de extrema preocupación por los niños
Por otra parte, la malnutrición aumenta el riesgo de que los niños mueran de enfermedades como la diarrea, la neumonía y el sarampión, especialmente en un entorno en el que carecen de acceso a servicios de salud. Todo ello puede tener un impacto negativo de por vida, "ya que atrofia el crecimiento y perjudica el desarrollo cognitivo", remarcaban. Pero no es el único problema.
Las madres lactantes también corren un alto riesgo de desnutrición. La leche materna protege al niño de las deficiencias nutricionales y de contraer enfermedades mortales como la diarrea, pero esta empieza a escasear. Los problemas de salud mental también van en aumento en toda la población de Gaza, incluidas las mujeres, lo que podría afectar aún más a las tasas de lactancia materna.
Israel ha bombardeado hospitales y centros sanitarios, por lo que el acceso a servicios de salud en Gaza es muy complicado. Los pocos sistemas de salud en activo se encuentran saturados con heridos y enfermos.
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