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La empresa de HPE Aruba ha elaborado un estudio con el fin de prever cómo serán los hospitales del futuro. Si bien es muy difícil acertar todas las predicciones, este análisis ofrece unas pinceladas clarividentes de los centros sanitarios en 10 años.
Por otra parte, el camino que se desea impulsar es el de entornos más flexibles, capaces de emplearse para distintas ocupaciones, y entre otras necesidades, la ampliación del número de camas para cubrir la demanda durante una crisis sanitaria como la actual o enfermedades infecciosas.
¿Qué nos depara el futuro sanitario?
Un primer punto que detalla este informe, el futuro traerá el autodiagnóstico del paciente. "Utilizando herramientas basadas en APPs y wearables para monitorizar su salud, e incluso para llevar a cabo sus escaneos, los pacientes tendrán por fin la capacidad de autodiagnosticarse un amplio número de enfermedades en casa, sin necesidad de ir a consulta o al hospital".
Para 2030, se espera una mayor automatización en los procesos que agrupan los hospitales. "El registro hospitalario contará con tecnología de escaneo que podrá evaluar la frecuencia cardíaca, temperatura y frecuencia respiratoria desde el momento en que se ingresa, seguido de sensores que podrán realizar pruebas de presión arterial y electrocardiogramas cada 10 segundos, y establecer un triaje automático o incluso directamente un diagnóstico".
Hospitales más humanos
"Esta pandemia nos ha traído un momento para repensar el espacio, la seguridad, el aislamiento y la independencia. En España solemos tener una o dos habitaciones por cada 30 camas para enfermedades infecciosas. Habrá que ser conscientes de que tenemos que encontrar espacios intermedios para poder atender crisis de esta naturaleza", afirma el arquitecto Luis Vidal en 20 minutos. Su estudio es el creador de hospitales como el Álvaro Cunqueiro de Vigo, Premio Internacional al Mejor Proyecto Sanitario del Futuro en 2012, o el Can Misses de Ibiza, construido en 2007 y que ya incluía "una espina dorsal de comunicación que permite aislar diferentes módulos con su propio núcleo".
Este despacho de arquitectos trabaja ya en innovación en salud: "Se está potenciando la incorporación de métodos que detectan y eliminan cualquier virus, como la luz ultravioleta o la nanotecnología. Esta permite incorporar nanopartículas con propiedades bactericidas en plásticos y resinas", explica Óscar Torrejón, socio de Vidal y experto en arquitectura hospitalaria. Hay que poner atención en los nuevos usos del dióxido de titanio, son "antivirales y autolimpiables".
Más tiempo libre para los sanitarios
Este es uno de los principales asuntos que también trata el informe de Aruga, al ser la tecnología uno de los motores que facilitarán los nuevos procesos. "Los médicos y los enfermeros, que actualmente dedican el 70 por ciento de su tiempo a trabajo administrativo, podrán analizar rápidamente los escáneres y registros de pacientes a través de su dispositivo móvil, para centrarse en el cuidado del paciente".
Tal y como hemos avanzado, ocurrirá una integración de los sistemas y para ello, la digitalización canalizará gran parte del proceso.
La Inteligencia Artificial (AI), será un soporte que facilite la investigación. "El apoyo del público crecerá en la medida en la que el paciente esté dispuesto a ser diagnosticado por máquinas, siempre que los servicios se diseñen e implementen alrededor de los pacientes, se expliquen los beneficios y se solicite permiso", señala el estudio.
Las máquinas cada vez serán más eficaces gracias al desarrollo de la tecnología
La presencia exponencial de la tecnología seguirá aportando máquinas cada vez más sofisticadas, y la posibilidad de compartir la información, incluso realizar operaciones a miles de kilómetros de distancia.
En este caso, conocer historiales médicos y compartir información será posible con el desarrollo del Big Data. Esto permitirá la creación de grandes bases de datos capaces de comparar diagnósticos que puedan ofrecer información rápida y certera sobre lo que le ocurre al paciente. Alguna de estas acciones ya se están llevando a cabo, como por ejemplo las operaciones en remoto con ayuda de máquinas. Quizá la duda está en compartir información y abrir bases de datos. Un país como España con 17 Comunidades Autónomas, y sus 17 sistemas de salud distintos, en el año 2020 no se comparte la información entre los territorios.
¿Cuánto tiempo habrá que esperar más para poder compartir y ampliar conocimiento en salud en nuestro país?
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