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Cada año, alrededor de 120.000 nuevos casos de ictus surgen en España, generando 24.000 muertes y 34.000 discapacidades. A pesar de ser la principal causa de discapacidad y una de las principales causas de muerte, el ictus es en gran medida prevenible al evitar sus factores de riesgo.
La identificación temprana de los síntomas del ictus es crucial. Sin embargo, existe un alto desconocimiento entre la población sobre los signos de esta enfermedad. Reconocer los síntomas como la pérdida repentina de fuerza, problemas en el lenguaje, alteraciones visuales, descoordinación o dolores de cabeza intensos, y actuar rápidamente, puede reducir significativamente sus secuelas.
Prevención del ictus: conocimiento y control de factores de riesgo
La doctora Mª Mar Freijo, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (SEN), explica que "un ictus sucede cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se interrumpe, ya sea debido a un coágulo sanguíneo (en estos casos se denomina ictus isquémico y supone más del 80 % de los casos) o a una hemorragia (ictus hemorrágico)".
Sea cual sea la causa que lo provoque, "estamos hablando de una urgencia sanitaria que ante los primeros síntomas debe ser abordada sin dilación, ya que cuanto menos tiempo pase desde la aparición de los primeros síntomas hasta que pueda ser tratada, mayor será la probabilidad de sobrevivir a esta enfermedad o reducir sus secuelas”.
Aunque el envejecimiento aumenta la probabilidad de sufrir un ictus, hasta el 90 % de los casos podrían prevenirse controlando factores como la hipertensión, el tabaquismo, la mala alimentación o el sedentarismo.
A pesar de que la enfermedad afecta predominantemente a personas mayores, el 10-15 % de los casos ocurren en individuos menores de 45 años.
Controlar estos factores de riesgo se ha convertido en un pilar fundamental para evitar un aumento del ictus en los próximos años
En España, según datos de la SEN, solo la mitad de la población sabría reconocer los síntomas de esta enfermedad.
El denominado 'Código Ictus', que es el sistema de atención sanitaria que se activa al llamar a emergencias con síntomas de esta enfermedad cerebrovascular (para que a la llegada al hospital del paciente todo esté preparado), solo se llega a utilizar en aproximadamente el 40 por ciento de los casos que se atienden actualmente en los hospitales españoles.
Un ictus mata dos millones de neuronas cada minuto
Desde la SEN, enumeran los 5 signos de alerta principales que nos avisan de que podemos estar sufriendo un ictus. Debemos actuar cuando sintamos o veamos en alguien de nuestro entorno uno solo de ellos, siempre y cuando los síntomas no desaparezcan en unos minutos.
El primero de ellos es la pérdida brusca y repentina de fuerza o sensibilidad en una parte de nuestro cuerpo. "Generalmente afecta a una mitad, y se manifiesta principalmente en la cara y/o en las extremidades".
El segundo síntoma que debe alertarnos es la alteración brusca en el lenguaje, con dificultades manifiestas tanto para articular palabras y conceptos, como para entender lo que los demás nos dicen.
El tercer punto de inflexión con el que actuar de inmediato es la alteración evidente de la visión: pérdida de visión por un ojo, visión doble, o pérdida de la visión en algún lado de nuestro campo visual.
Si nos damos cuenta de que estamos perdiendo la coordinación más básica, o el equilibrio, también debemos preocuparnos, y ocuparnos de llamar inmediatamente al 112.
Para finalizar, el quinto punto de alarma es un dolor de cabeza muy intenso y diferente a los dolores de cabeza que hemos podido sentir en otras ocasiones, más 'normales'.
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