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La Plataforma Representativa de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Predif) en Castilla y León reclamó este miércoles que las autoescuelas de la comunidad dispongan de más vehículos adaptados para las personas con discapacidad o movilidad reducida.
El objetivo es simple, que puedan obtener el carné de conducir en igualdad de oportunidades que el resto, una práctica habitual en los meses estivales.
En las últimas décadas, los avances técnicos han facilitado que las personas con discapacidad puedan conducir, lo que contribuye a su autonomía e independencia para desplazarse, ya que, en la mayoría de los casos, la discapacidad no es incompatible con la conducción, según Predif Castilla y León.
Sin embargo, esta entidad apuntó que algunas personas se encuentran con “obstáculos” para ejercer su derecho a conducir o, más concretamente, poder acceder al permiso, como es el caso de encontrar autoescuelas que dispongan de vehículos adaptados.
“Es una situación discriminatoria, ya que muchas personas tienen que irse a otras localidades o provincias que, además del propio coste del carné, les genera más gastos por los desplazamientos”, indicó Francisco J. Sardón, presidente de Predif Castilla y León.
Las autoescuelas tienen que dar este servicio adaptado
La Autoescuela San Pablo, de Valladolid, es una de las excepciones de centro con vehículo adaptado en Castilla y León. Su propietario, Javier Gómez, apostó por “alguna normativa que, por ratio de población, por ejemplo, fijara un mínimo de coches de este tipo en las autoescuelas, como sucede con las plazas para personas con movilidad reducida, que, por mucho que estén, si no hay personas que puedan conducir para utilizarlas no tendrían sentido”.
Gómez señaló que sus padres, fundadores de la autoescuela prácticamente desde sus inicios hace más de 35 años, tuvieron claro que tenían que dar este servicio. “Mi tío tenía una enfermedad neurodegenerativa y en algún momento iba a necesitar un coche adaptado porque sabían que no había en otros centros”, recalcó.
Según el estudio ‘Personas con discapacidad en el acceso al permiso de conducir’, realizado por la Fundación CNAE (Confederación Nacional de Autoescuelas) y Fesvial (Fundación para la Seguridad Vial) con la colaboración de la Fundación ONCE, las personas con discapacidad que nunca han intentado obtener el carnet de conducir argumentan que se debe a diversos factores:
- Su discapacidad (60,3%).
- El miedo o las dificultades (24,1%).
- Motivos económicos (20,7%).
- La falta o carencia de autoescuelas (13,8%).
- Porque no lo necesitan o no les gusta (8%).
Más de un 8 % de las personas que obtuvieron el permiso de conducir tras su discapacidad se vieron obligadas a poner a disposición de la autoescuela un vehículo adaptado a sus necesidades, según el estudio, algo “discriminatorio” para Predif Castilla y León porque eso “no sucede con las personas que utilizan un vehículo ordinario”.
La DGT ha tomado cartas en el asunto
Muchas personas con discapacidad solo pueden hacer el examen práctico en un coche con adaptaciones, posibilidad que prevé el Reglamento General de Conductores y que requieren casi 55.500 personas, según datos de la DGT.
En el caso de la Autoescuela San Pablo, el vehículo cuenta con varias adaptaciones para ser lo más universal posible. “Cuenta con pomo en el volante, intermitentes y otras funciones manejados con un mando situado al lado del pomo, con palanca manual para acelerar y frenar, espejos panorámicos y transmisión automática”, explicó Gómez.
La DGT ha propuesto este año un protocolo que permitirá el uso de vehículos adaptados a las autoescuelas, cedidos gratuitamente por determinadas entidades tanto para la formación del aspirante como para el examen práctico, ya sea para la obtención del carné o para la renovación extraordinaria del permiso.
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