Los campos de golf y su impacto ambiental

El deporte del golf ha crecido como la espuma, y es que el aumento de su popularidad lo ha convertido en una industria multimillonaria.

España cuenta con más de 450 campos destinados a este deporte, siendo Andalucía la autonomía con mayor número de ellos, seguidos por Castilla y León con 46 y Cataluña con 40.

El caso, es que este deporte parece totalmente inocuo para el medioambiente, y aunque sus campos reciben un alto mantenimiento y gestión, la realidad es totalmente diferente.

El golf y las consecuencias para los entornos naturales

Fue en la década de los 90 cuando surgen las primeras preocupaciones al respecto: impacto de sus instalaciones, mantenimiento sobre el medioambiente, el beneficio económico y lúdico... compensa o no el impacto que produce.

Podemos diferencias varios tipos de repercusiones negativas que surgen del golf:

Construcción de un campo de golf: Conlleva la tala de vegetación natural, lo que da lugar a la deforestación, destruyendo paisajes y hábitats naturales además de realizar cambios en la topografía e hidrología locales.

Mantenimiento: Esto es algo extremadamente costoso, pues por un lado, se aplican a gran escala fertilizantes, insecticidas, herbicidas y fungicidas. Cabe destacar que la escorrentía superficial, arrastra estos productos que al final acaban contaminando entornos cercanos. Asimismo se consumen grandes cantidades de litros de agua, casi un consumo de un hogar durante 25 años.

Impacto ambiental: Las grandes extensiones de terreno que necesita la construcción de un campo de golf hace que la afluencia de humanos traiga consigo la contaminación que causan los coches al entrar y salir, así como el trasiego y los pocos cuidados de gente poco cívica.

En España, de todos los campos de golf existentes, menos del 7 % son públicos, el 93 % restante son campos privados. Y todo parece indicar que estas cifras continuarán aumentando.

Unos beneficios que van destinados a una parte minoritaria de la sociedad

La práctica del de este deporte no solo atrae a los jugadores, sino que también suele traer actividades relacionadas, además de que suele ser un deporte que se considera de las clases económicas más altas.

Es por ello que en torno a los campos de golf podemos encontrar hoteles, zonas residenciales de alto nivel, centros comerciales, instalaciones de ocio, centrales eléctricas, carreteras de acceso, grandes zonas de aparcamiento.

Todo esto sigue sumando problemas a la huella ambiental que causa este deporte, y es que son infraestructuras que siguen necesitando un gran terreno que sufre un gran impacto negativo, ya que sería una zona natural, de no ser por el este deporte. Además, que los datos demuestran como los beneficios que surgen de este deporte es que es un ocio que solo va destinado a algunos pocos.

Por ello sería de vital importancia que el deporte del golf tuviera en cuenta sus consecuencias con el entorno, para intentar reducir al máximo su huella, y contribuir con el planeta de verdad.