El incesto emocional se ha convertido en un daño psicológico para los hijos

Hoy en día existen multitud de trastornos en relación a la convivencia entre padres e hijos menores. Sin embargo, no somos quizás conscientes de que, en muchas ocasiones, esto puede suponer un grave problema. Así ocurre con el incesto emocional, una relación basada en necesidades emocionales con consecuencias muy peligrosas.

¿A qué nos referimos con incesto emocional?

En la actualidad son muchos los padres que sufren las consecuencias emocionales de sus hijos, pero también ocurre lo contrario. Es el caso del incesto emocional, definido por la doctora Patricia Love como una relación desadaptativa entre los progenitores y sus hijos, en la que los primeros recurren a los niños para satisfacer sus necesidades emocionales.

Aunque a primera vista parezca algo inofensivo, se trata de un síndrome bastante peligroso, ya que los progenitores acuden a los menores provocándoles consecuencias peligrosas y tóxicas.

El progenitor o progenitora deja de ejercer su rol de cuidador y prioriza sus necesidades emocionales a los de sus hijos, algo que puede ser realmente peligroso.

Sí es verdad que el incesto emocional puede ocurrir de una forma inconsciente por las dos partes, es lo que se denomina como incesto encubierto.

¿Por qué se produce el incesto en los progenitores?

Si nos preguntamos el por qué ocurre el incesto emocional, los expertos señalan que suele darse en familias donde uno o los dos progenitores carece de soporte emocional por parte de su cónyuge o de otro adulto. Suele darse sobre todo en padre y madres divorciados, separados, soleteros o viudos, pero también puede ocurrir estando en pareja.

Según un estudio publicado en la National Library of Medicine, estos son los efectos que un incesto emocional puede causar sobre el menor:

1. El menor sufre al no contar con la protección y el soporte de unos padres maduros.
2. Desarrollan baja autoestima.
3. Sienten una alta carga de responsabilidad.
4. Desarrollan conductas ansiosas y problemas para dormir.
5. Tienen sentimientos de culpa.
6. Son muy perfeccionistas y autoexigentes.
7. Presentan dificultades para establecer amistades.
8. Problemas de madurez en un futuro.

¿Existe alguna forma de librarse de estas consecuencias?

En función del tipo de consecuencia, el incesto emocional tendrá una forma de solucionarse u otra. Lo más importante es tomar conciencia de que uno ha sido víctima de este trauma psicológico.

Por ello, lo más importante para tratarlo es acudir a terapia psicológica y reformular el vínculo existente entre un padre o una madre y su hijo. Es muy importante sanar este problema, ya que ayuda a fortalecer la autoestima y la identidad de la persona.

Si tú también eres padre o madre, recuerda establecer las responsabilidades en el lugar correcto, ya que un mal entendimiento o una sobrecarga de responsabilidad puede terminar afectado a la relación entre padres e hijos. Aprende a dividir los papeles dentro del círculo familiar.