El empresario deberá indemnizar al trabajador con discapacidad, si no acaba con las barreras arquitectónicas

Lo habitual suele ser que si se vulnera alguno de los derechos de los trabajadores, estos puedan denunciarlo y ser indemnizados o restituidos de alguna forma. Sin embargo, esto es algo que hasta el momento no se había dejado claro ante la ley en el caso de un trabajador con discapacidad. El caso de una profesora bilbaína con un 33 % de discapacidad física, ha sido el que ha puesto sobre la mesa una realidad alarmante con la que esta trabajadora ha tenido que luchar desde 2002.

Las barreras arquitectónicas con las que esta profesora se topaba cada vez que debía acceder al centro educativo en el que trabajaba, debían de haberse eliminado por parte del Gobierno vasco, gestor del centro, y que hasta 2021 no se había hecho. Así lo ha entendido el juzgado de lo Social de Bilbao, que además ha condenado al Gobierno, ha indemnizar a este trabajador con discapacidad con 40.000 euros, por no haber adaptado el entorno laboral.

Derechos del trabajador con discapacidad

Uno de los puntos más relevantes de esta sentencia, es la lectura que se hace de las leyes y la aplicación de las nuevas normativas que han entrado recientemente en vigor, y que buscan ampliar y mejorar los derechos de las personas con discapacidad. En este sentido, este juzgado bilbaíno, ha considerado que ha existido discriminación hacia el trabajador con discapacidad, ya que el centro no fue adaptado en casi 20 años para su acceso.

Concretamente, en la sentencia se reconoce la vulneración del derecho a la integridad física y moral prevista en el artículo 15 de la Constitución, al entender que las barreras arquitectónicas con las que se encontraba el trabajador con discapacidad vulneraban claramente este derecho. Para la jueza que ha dictado la sentencia, esto “supone claramente que la trabajadora no pudiera participar en circunstancias de igualdad en la actividad docente por razón de su discapacidad, no pudiendo acudir a excursiones padeciendo obviamente un sacrificio mayor” y “grave en el propio acceso al centro” para una persona con discapacidad.

Detalles del caso

La profesora que ha defendido esta causa ante los juzgados, obtuvo una plaza fija en 2002 en un centro escolar que se encontraba situado en las faldas de un monte. Debido a la geografía, el acceso consistía en una pendiente prolongada y además sin asfaltar. A esto se le añade que no se contaba con ningún tipo de adaptación para un trabajador con discapacidad, como puede ser un ascensor, rampas mecánicas o cualquier otro elemento que facilitase el acceso.

Para poder acceder a su puesto de trabajo, esta maestra tuvo que pedir aparcar en medio del camino, y con el tiempo, pudo conseguir que se asfaltase el camino de acceso y se colocase una barandilla. Sin embargo, el Gobierno vasco se negó a hacerse responsable de la eliminación de las barreras de acceso, lo que llevó a esta profesora a presentar la denuncia ante el Departamento de Educación, por incumplir con las obligaciones legales. Esta claro que ningún trabajador con discapacidad debería verse sometido a una situación similar para poder ejercer su trabajo.