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Un estudio presentado en el XIV Congreso del Grupo de Estudio del Sida de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), Gesida, ha arrojado cifras alarmantes: el 37 % de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) se detectan en adolescentes menores de 18 años.
Realizado en nueve hospitales de cinco comunidades autónomas y basado en una muestra de 529 casos diagnosticados entre 2018 y 2022, este estudio subraya que las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) se diagnostican en edades tempranas, sin importar el sexo al nacer o la orientación sexual, evidenciando la importancia de la prevención y la atención en este grupo demográfico vulnerable.
Edad y prevalencia de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)
El análisis detallado de los datos reveló que, de los 529 casos examinados, casi el 4 % correspondía a menores de 15 años, más del 33 % a adolescentes de 15 a 17 años, y aproximadamente el 63 % a adolescentes de 18 y 19 años.
Respecto al sexo al nacer, cerca del 53 % de los casos se encontraron en hombres, mientras que el 40 % de las ITS se diagnosticaron en adolescentes heterosexuales, un 20 % en adolescentes gays y lesbianas, y un 3 % en adolescentes bisexuales.
Asociación de ITS por género y orientación sexual
El estudio reveló patrones significativos en la asociación de ciertas Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) con diferentes grupos.
Por ejemplo, el VIH, la sífilis y la gonorrea estuvieron mayormente asociados a adolescentes hombres en un 81 %, 67 % y 72 % de los casos, respectivamente, mientras que el virus herpes simple (VHS), el micoplasma genital y la clamidia trachomatis se vincularon en un 77 %, 86 % y 68 % a mujeres adolescentes.
Estos resultados resaltan la diversidad de perfiles de infección entre distintos segmentos de la población joven
Estos hallazgos ponen de relieve la urgente necesidad de fortalecer la educación, el acceso a los servicios de salud y la confidencialidad en el tratamiento de las ITS en adolescentes.
A este respecto, según la autora principal del estudio, la doctora Cristina Epalza, del Hospital Universitario 12 de octubre de Madrid, junto al cribado “insuficiente” con respecto al recomendado, otro “factor importante” detrás de esta “alta incidencia” de las ITS en adolescentes y adultos jóvenes son los “problemas de confidencialidad" del adolescente con el personal sanitario, es decir, la "percepción de que no se respetará su intimidad”.
Asimismo, los factores biológicos hacen que la mujer adolescente-joven sea “más susceptible a ciertas ITS”, como la clamidiasis y, para los autores, “también perjudican los problemas de acceso al sistema sanitario", incluyendo la necesidad de coger cita, de tener la tarjeta sanitaria, los horarios “no adaptados a la vida de un adolescente” o el pago de los medicamentos.
“Todo eso es difícil sin compartir el diagnóstico con sus padres o tutores”, abundaron los expertos, al tiempo que puntualizaron que también ha cambiado la forma de relacionarse sexualmente de jóvenes y adolescentes “sin que haya habido una adaptación a esos nuevos usos”, entre los que citaron “múltiples” parejas sexuales, inicio a edades “más precoces” y acceso al porno “en edades tempranas”.
Además, subrayan la importancia de medidas de prevención adaptadas a la realidad actual de la actividad sexual de los jóvenes, incluyendo una mayor conciencia sobre la importancia del uso del preservativo, programas de cribado y la promoción de relaciones sexuales más seguras.
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