Lectura fácil
En escasos meses la Inteligencia Artificial parece haber pegado un auténtico boom. Desde la aparición de herramientas como Dall-e o ChatGPT, esta nueva tecnología no solo está en boca de todos, sino que se van introduciendo cada vez más en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, la IA lleva más tiempo presente entre nosotros de lo que nos hemos podido dar cuenta y además no se encuentra libre de riesgos. Por este motivo, desde la Unión Europea trabajan en una hoja de ruta conjunta.
Una hoja de ruta que no solo incluye la actitud con la que los países de la Unión deben tratar la Inteligencia Artificial a nivel jurídico o legal, sino también en la voluntad conjunta de trabajar en generar una confianza plena para el uso y el desarrollo de esta tecnología a todos los niveles, incluso en lo concerniente a la investigación e inversión para ir ampliándola. En definitiva, dotar de herramientas para que los estados puedan abordar no solo los retos, sino también las oportunidades de la IA.
La UE trabaja por regular la Inteligencia Artificial
Una de los mayores retos que han surgido con la llegada tan potente de la Inteligencia Artificial a nuestras vidas ha sido la de no perder el "control" de esta amplísima tecnología. La necesidad de una regulación adecuada para la IA viene sobre todo de los pocos límites que ha demostrado encontrar a la hora de seguir "aprendiendo" y desarrollándose. Por este motivo, desde los propios creadores, se pide que el control humano de esta tecnología este muy presente.
Para hacerlo, la Comisión Europea presentó un primer borrador ante el Parlamento en abril de 2021, sobre el que se ha ido trabajando este tiempo. El objetivo central de esta propuesta es el de convertir a Europa en el centro mundial de una Inteligencia Artificial que genere confianza en la población, los investigadores y las empresas. El informe final se aprobó el año pasado, a los que se sumaron otros tres que se centran más en la regulación bajo estándares éticos.
"Con este informe, mostramos claramente que la Inteligencia Artificial será un impulso para la digitalización y un cambio de juego en la competencia digital global", indicó el eurodiputado alemán del Partido Popular Europeo Axel Voss, responsable del informe. Todo ello asentado en unas bases de transparencia y responsabilidad, que aseguren el respeto a la intervención y supervisión humana, para evitar "cualquier forma de sesgo y discriminación, así como el respeto de los derechos fundamentales", según el Parlamento.
Regulación sin dejar de lado las oportunidades económicas
La UE busca la confianza de los usuarios, pero también de los creadores e inversionistas. Por este motivo, junto con las nuevas normativas que seguramente se vayan poniendo en marcha paulatinamente, también se integra una batería de medidas que tienen como objetivo el de generar espacios adecuados para que empresas e investigadores puedan seguir trabajando en el desarrollo de la Inteligencia Artificial. Para ello pretende destinar 20.000 millones de euros al año y así potenciar las inversiones privadas y públicas en esta tecnología.
Añadir nuevo comentario