Italia ataja los rescates de migrantes por las oenegés con multas millonarias

El vicepresidente del Gobierno, Matteo Salvini, seguirá adelante con su política contundente en materia migratoria. Ahora, Silvini celebra la aprobación del segundo decreto sobre seguridad por el Senado italiano. Como resultado, desde ahora las oenegés cuyos buques socorren migrantes en el Mediterráneo, tendrán que enfrentarse a multas de hasta un millón de euros.

La ley será firmada por el presidente de la República, Sergio Mattarella, por deber constitucional, pero no ha escondido sus dudas y perplejidad por la dureza de las penas. No obstante, hay quienes defienden esta política que trata de frenar a la desesperada la llegada de migrantes a sus puertos cada día.

Italia se ha cansado de ocuparse de un problema que implica a toda Europa

Con la nueva ley, el ministro del Interior junto con los ministerios de Defensa y de Transportes, podrá «limitar o prohibir el ingreso, el tránsito o la parada de navíos en el mar territorial italiano, salvo las militares o gubernamentales, por motivos de orden público y seguridad».

Así, para las ONG que violen la ley, las multas podrán llegar hasta el millón de euros. Pero la ley hace posible también la incautación y hasta la destrucción del barco por parte de las autoridades de seguridad.

Además, serán arrestados los capitanes de los barcos que fuercen un bloqueo, como en el caso de la alemana Carola Rackete, capitana de la Sea Watch, que desafió el bloqueo impuesto por Salvini y atracó en el puerto de Lampedusa. Con lo que las multas oscilarán entre los 150.000 euros y el millón de euros.

La oposición considera que no rescatar a los migrantes es una decisión de "inhumana"

La oposición se ha rebelado contra esta ley, que impone penas y multas para quienes recatan personas en el mar. Tanto que las protestas no han tardado en aparecer, puesto que en el Parlamento y en la calle se han exhibido carteles con esta frase: «Lo inhumano no puede convertirse en ley».

Desde el Partido Democrático, de centroizquierda, la ley es «una vergüenza». En este sentido, el profesor de Derecho Constitucionalista de la Universidad Sapienza, Gaetano Azzari, considera que la ley «viola la Constitución en varios puntos: la solidaridad es un deber y no puede ser castigada».