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El deporte paralímpico ha permanecido durante demasiado tiempo en las sombras, al que no se le prestaba apenas atención por parte del público general. Sin embargo, está demostrando ser, no solo un espacio deportivo de valor, sino también una potente herramienta para la inclusión de las personas con discapacidad a nivel social y también como fuente de inspiración para muchos niños y jóvenes que se encuentran con un mundo plagado de barreras.
Aunque las historias de superación puedan enmarcarse en la cursilería, lo cierto es que son absolutamente necesaria para generar referentes a los más pequeños y jóvenes que se encuentren en momentos de dificultad o perdidos ante una situación difícil de gestionar en estas edades, como puede ser una discapacidad. Por eso Jota García, triatleta paralímpico español, decidió unirse al programa 'Mejor Conectados' de Telefónica, para servir de referente a las nuevas generaciones.
Jota García, el triatleta paralímpico que se "adaptó" para acabar con las barreras
Con tan solo 7 años, Jota García se enfrentaba a una situación cuanto menos complicada. El diagnóstico de una uveítis, una enfermedad progresiva que lleva a los pacientes a la pérdida de la visión, le llevó a optar por el camino del estudio de la óptica y Optometría en su juventud, para entender mejor aquella enfermedad que ya había hecho que perdiese la visión de su ojo izquierdo a muy temprana edad.
"Uno nunca está preparado para perder la vista", comenta en la entrevista que concedió al programa 'Mejor Conectados' de Telefónica, dirigido a generar un espacio de convergencia para el aprendizaje y el crecimiento personal, de todos aquellos que lo busquen. Con 28 años, y tras una operación que no salió como se esperaba, García perdió la visión de su otro ojo y tuvo que adaptarse a su nueva vida. Sin embargo, esta le llevaría al deporte paralímpico en un giro de los acontecimientos inesperado.
Jota García recuerda el momento exacto en el que su vida cambió por completo y lo llevaría a convertirse en deportista paralímpico de triatlón: "Me enamoré de este deporte en un momento muy puntual: en mayo de 2011, cuando se celebraba en Buitrago de Lozoya un triatlón de media distancia. Me quedé alucinado. Vi a súper hombres salir del agua con neoprenos, montarse en bici de manera espectacular y correr como auténticas balas", recuerda.
Tiempo después de este impacto, perdería por completo la visión, pero eso no le detuvo en su camino del deporte. "Después del vértigo (de perder la visión), yo sabía que el deporte me iba a ayudar a salir adelante", asegura. Tanta era su confianza, que llegó a decirle a una de sus doctoras con las que llevó su enfermedad, que le buscara dentro de unos años en los Juegos Paralímpicos.
Un camino de trabajo y esfuerzo, que no puede hacerse solo
Salir adelante solo no es fácil, ni tampoco recomendable. Jota García supo pedir ayuda para alcanzar su sueño paralímpico y no solo contó con el apoyo de su familia, sino también con el de su entrenador Mario Vicente Gomara, quién le ayudó en los primeros años de preparación física y una pieza fundamental para que este deportista alcanzara su mayor logro: "El mayor logro es verme ocho años más tarde practicando triatlón al más alto nivel", subraya.
Jota García ya ha conseguido la promesa que le hizo un día a su doctora. En 2020 participó en los Juegos Paralímpicos de Tokio y hoy en día es un deportista paralímpico de élite en España. Él remarca que supo hacer de sus debilidades una fortaleza y que "no sobrevive el más fuerte, sino el que mejor se adapta", pero que para conseguirlo es importante conectar con otros y buscar apoyos.
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