Cada vez más jóvenes son incapaces de controlar su adicción al móvil

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12/06/2021 - 18:00
Teléfono móvil / Pixabay

Lectura fácil

Cada vez más, las tecnologías están teniendo un papel muy influyente en nuestras vidas. El servicio que nos prestan así como las facilidades y comodidades que nos aportan, hace que se nos haga difícil prescindir de ellas.

Desde hace relativamente poco tiempo, se están empezando a realizar estudios sobre la adicción al móvil. Y es que el 35 % de los jóvenes españoles manifiesta signos de falta de control en el uso que hacen del teléfono móvil, según un estudio de la Fundación “la Caixa”.

‘De moderados a hiperconectados: seis perfiles de uso del móvil y su impacto en el bienestar personal’

El estudio ‘De moderados a hiperconectados: seis perfiles de uso del móvil y su impacto en el bienestar personal’, liderado por Charo Sádaba y Javier García-Manglano, del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra, determina que, junto con el tiempo de uso del móvil, el bienestar personal de los jóvenes depende mayoritariamente de los motivos por los que recurren a estos dispositivos.

De este modo, el trabajo define seis perfiles de usuarios:

  • Los moderados y los organizados, que exhiben mayor capacidad de controlar su uso del móvil que la media.
  • Los socializadores, impetuosos y escapistas, que tienen un nivel de autocontrol ligeramente inferior al promedio.
  • Los hiperconectados, que son los que se ven incapacidades de controlar su dependencia.

Así, el 42 % de los jóvenes presenta un perfil moderado en el uso del móvil, ya que ninguna tarea o motivación domina su patrón de consumo, mientras que el 19 % está hiperconectado al recurrir a él para muchas tareas. Por su parte, el 10 % lo utiliza para organizarse; otro 10 %, para socializar; un 10 %, para buscar sensaciones intensas; y un 9 %, para evadirse de sus problemas.

¿Has salido de casa sin el móvil?

La capacidad de autocontrol en el uso de los móviles está fuertemente asociada con las motivaciones por las que se recurre a ellos.

El estudio pone de manifiesto que la capacidad de controlar el uso de la tecnología es un factor de bienestar relevante. De este modo, se aprecia una prevalencia de síntomas negativos de salud mental entre las generaciones más jóvenes.

Así pues, existe una clara asociación entre la intensidad con que se utiliza el móvil para distintas tareas y el malestar psicológico de sus usuarios. En ese sentido, los moderados, que recurren menos a estos dispositivos, presentan niveles más bajos de ansiedad, depresión y estrés, mientras que los hiperconectados, que recurren mucho al móvil, presentan más síntomas de malestar.

El grado de ansiedad y malestar excesivo que estas personas pueden llegar a sufrir cuando su móvil está apagado, fuera de cobertura, sin batería o lo olvidan en algún lugar, es alta, y supone tal conflicto en su persona, como para manifestar intranquilidad en un lugar, e incluso volver a casa por él, como consecuencia del estrés que les genera saber que estarán desconectados por un tiempo.

Es importante recordar que su uso en sí mismo no es adictivo

Hablaremos de dependencia cuando su uso es excesivo, inadecuado y cuando existe una necesidad patológica de estar pendiente de él sin perderlo de vista.

Actualmente, las relaciones sociales empiezan a tener poco que ver con las del pasado. La forma de comunicarnos, la privacidad que en ocasiones supone decir determinadas cosas sin tener que enfrentarse físicamente a los demás, así como la rapidez y bajo coste de esta modalidad de comunicación, representan grandes beneficios para las personas.

Al igual que la ingesta de alcohol puede ser no dañina en su justa medida, pero sí un problema cuando se cometen excesos, el uso del móvil es un caso similar.

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