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Muchas parejas o personas desean poder lograr embarazos fructíferos que les ayuden a alcanzar su sueño de convertirse en madres y padres. Sin embargo, no siempre resulta sencillo para muchos. Ya sea por enfermedades físicas, una menor predisposición genital o una baja calidad de espermatozoides o escasez de óvulos. El deseo de poder formar una familia lleva a muchas de estas personas a invertir importantes cantidades de dinero en tratamientos que les ayuden a lograr su objetivo.
Tratamientos con los que se lleva experimentando desde la época de los años 70 en Estados Unidos. De hecho, el primer bebe nacido a través de una de las técnicas más populares para conseguir embarazos a través de la ciencia, la inseminación artificial, fue Louise Brown, en 1978. Después de su llegada al mundo, otros millones de bebés lo han hecho a lo largo de estas décadas a través de este método que se ha ido sofisticando y desarrollando.
Las dificultades para conseguir embarazos y la industria a su alrededor
Con el avance de las técnicas fueron surgiendo nuevos métodos, así como alternativas para las parejas no heterosexuales o las madres que quisieran pasar por la experiencia de la maternidad solas. La reproducción asistida, como se la conoce actualmente, es una industria millonaria que ha conseguido hitos históricos al permitir embarazos de mujeres a edades muy avanzadas, así como un nuevo sistema para preservar los óvulos casi de manera infinita, abriendo nuevas puertas a la maternidad.
Sin embargo, no todo lo que se esconde detrás de la industria de la reproducción asistida son ventajas. Tanto en el momento en el que se puso en marcha esta nueva técnica, como el actualidad, conseguir embarazos a través de la asistencia médica sigue siendo muy costoso y no todos pueden permitirse acceder a estos tratamientos o deben asumir deudas elevadas. Esto lleva a que se den situaciones increíbles como el nacimiento de trillizos, cuatrillizos o etc.
Esto se debe a que parte del proceso para conseguir embarazos pasa por la introducción de varios óvulos fecundados en el útero para tener más posibilidades de que alguno sea fructífero y evitar los costes adicionales de realizar esta prueba en más de una ocasión. Pero no es lo único. En un mercado que solo va al alza, muchas empresas del sector ofrecen servicios añadidos con pocas referencias científicas que solo colaboran a aumentar los costes.
Un 'kit casero'
Teniendo en cuenta que el factor económico es uno de los principales a la hora de poder acceder a este tipo de tratamientos, algunas empresas han empezado a trabajar en productos alternativos a los que se pueda acceder sin necesidad de hacerlo a través de una clínica. Este es el caso del 'kit de ‘enna fertility’, un kit que promete conseguir embarazos fructíferos a parejas jóvenes y sanas desde casa. Algo que está claro que revolucionará el mercado por su fácil acceso, pero, ¿será realmente efectivo o es solo una manera más de obtener beneficios extras sin apenas riesgos?
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