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La kombucha está en plena tendencia y se encuentra cada vez más en los estantes de los supermercados. Mientras que para el mundo occidental es una novedad, en China se conoce desde hace más de 2.000 años, donde se la llamaba "té de la inmortalidad".
Esta bebida se le atribuyen múltiples beneficios para diversas dolencias y enfermedades. Aunque se habla de su origen milenario, no existen documentos que respalden la antigüedad de la kombucha; su existencia se puede certificar con certeza desde hace unos 200 años.
Las propiedades saludables de la kombucha
El fundador de la Academia Fermentista, el pamplonés Javi Maeztu, ha resaltado las "múltiples propiedades" para la salud asociadas a los componentes generados durante la fermentación de la kombucha, especialmente los ácidos orgánicos.
Esta bebida se elabora fermentando té con azúcar y un cultivo iniciador conocido como SCOBY (por sus siglas en inglés, que significan 'cultivo simbiótico de bacterias y levaduras'). Si se prepara adecuadamente, la bebida tiene un bajo contenido de azúcares y un escaso nivel de alcohol, que varía entre el 0,1 y el 0,4 % en la primera fermentación, y entre el 0,4 y el 1,5 % en la segunda, la cual es comúnmente utilizada para añadir sabores de frutas o especias. Además, contiene menos cafeína que el té de origen.
Maeztu, autor del libro Entre fermentos. Descubre los alimentos fermentados y cómo pueden transformar tu vida (Alienta Editorial), ha destacado los beneficios comprobados que incluyen:
- Estimulación del sistema inmunitario.
- Propiedades antimicrobianas contra bacterias y hongos patógenos.
- Mejora del funcionamiento gastrointestinal y hepático.
- Detoxificación.
- Efectos antitumorales.
- Reducción del colesterol y disminución de la presión arterial.
- Impactos positivos en enfermedades cardiovasculares.
- Apoyo al funcionamiento normal del sistema nervioso central.
Los avances científicos y su promesa en la regulación de la glucosa
Sin embargo, este especialista ha advertido que muchas de las propiedades atribuidas a la kombucha provienen de estudios científicos realizados in vitro y en modelos animales. A partir de febrero de 2023, todo cambió con el primer estudio controlado en humanos, que demostró que esta bebida, de sabor ligeramente ácido, ayuda a regular los niveles de glucosa posprandial e insulina en adultos sanos. Además, un segundo estudio, realizado en agosto de 2023 con pacientes diabéticos tipo 2, concluyó que el consumo de kombucha podría tener un efecto positivo en los niveles de glucosa en sangre en adultos con diabetes mellitus tipo 2.
El autor de Entre fermentos considera que esta bebida tiene un "futuro muy prometedor" y que puede ser considerada "un alimento de alto valor biológico dentro de una alimentación equilibrada". Hace muchos años, comenzó a trabajar con esta bebida, incluso antes de que se volviera popular. Según él, esta bebida le cambió la vida, aunque no la considera un "superalimento".
"Muchos la describen como probiótica, detoxificante y curativa, pero aunque es un alimento interesante, no es un medicamento ni un milagro", aclara Maetzu.
La kombucha tiene un "perfil único" entre los fermentados, ya que pasa por una fermentación mixta que involucra diversos microorganismos. Esto resulta en una bebida con más de cien especies microbianas y un perfil de ácidos orgánicos distintivos, como el ácido glucónico, que cuentan con numerosos estudios científicos.
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