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Madrid, 6 jun (EFE).- "La conducción autónoma implicará una importante reducción de la accidentalidad", afirma José Manuel Vassallo, catedrático de Economía del Transporte de la Universidad Politécnica de Madrid.
La "revolución" que supondrá el coche autónomo es la "opinión generalizada de muchos expertos", según su artículo divulgado hoy por el laboratorio de ideas o 'think tank' Movilidad de la Fundación Corell.
El vehículo autónomo es una de los inventos que "revolucionará la humanidad", pero el cambio no residirá solo en el desarrollo tecnológico en sí mismo, sino en las implicaciones que tendrá en el modo en el que la sociedad "se organiza, se relaciona y entiende su vida", según este experto.
De hecho, aunque varios trabajos de investigación apuntan a que entre 2040 y 2060 existirá una adopción casi generalizada del vehículo con niveles "altos de automatización", uno de los elementos que generan "mayores dudas" es cómo será el periodo transitorio en el que vehículos autónomos y conectados coexistan en la red con vehículos conducidos de manera convencional, ha explicado Vassallo.
Entre otras cosas, el catedrático ha mencionado algunas "pinceladas" del cambio de paradigma que puede suponer la llegada de este tipo de vehículos, como el hecho de que las personas que no conduzcan bien por dificultades físicas o por razones de edad vayan a poder usar el coche igualmente.
"Eslóganes como 'si bebes no conduzcas' perderán toda su fuerza con la conducción autónoma", ha destacado.
En su opinión, los vehículos autónomos eliminarán el factor humano en la seguridad viaria -bebida, distracciones y cansancio-, circunstancias que son las responsables de casi la mitad de los accidentes que se producen en las carreteras de los países desarrollados.
El aumento en la seguridad se basa también en que la capacidad de los vehículos autónomos de identificar el entorno es "muy superior a la de los humanos", debido a una mejor percepción de la realidad, una mejor toma de decisiones y una ejecución de maniobras "más precisa", ha afirmado Vassallo.
Otra de las consecuencias de la implantación del coche "autoconducido" será, "previsiblemente", que los vehículos de alquiler compartidos (o taxis autónomos) resultarán "mucho más baratos de lo que son los taxis en la actualidad, al desaparecer el coste laboral".
Esta situación podría dar lugar a que a muchas personas no les compense económicamente disponer de un vehículo en propiedad, por lo que "probablemente" haya menos automóviles, pero "mucho mejor aprovechados".
Compartir un vehículo autónomo podría también llegar a ser más barato que el transporte público y, por lo tanto, "parece previsible" que las rutas regulares de transporte público en líneas de tráfico "débil", tiendan a ser sustituidas por servicios de taxis autónomos, lo que a su vez "puede redundar en un importante ahorro presupuestario para las Administraciones públicas".
Para Vassallo, otra de las "mayores ventajas" del vehículo autónomo es que reducirá el volumen de espacio disponible dedicado al aparcamiento, así como la "enorme cantidad de tiempo" que los conductores dedican anualmente a buscar una plaza libre. EFE
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