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Barcelona, 25 ene (EFE).- Los hoteles de la ciudad de Barcelona sufrieron pérdidas del 8 % de su facturación y una caída de la ocupación del 18 % en el último trimestre de 2017 debido a la crisis política de Cataluña y la imagen negativa respecto al turismo que se ha traslado fuera, al tiempo que amenaza sus expectativas futuras.
El impacto negativo de octubre, noviembre y diciembre ha llevado al sector a cerrar 2017 con unas cifras todavía en positivo (un 6 % más de facturación) gracias al buen comportamiento del primer semestre, aunque lejos de los números a los que se aspiraban, ha destacado hoy en rueda de prensa el presidente del Gremio de Hoteles, Jordi Clos.
"Hemos vivido un trimestre fatídico y nos encontramos con que Barcelona está siendo excluida ahora de muchas candidaturas para conseguir reuniones de negocios en los próximos meses", ha advertido Clos.
Ante esta situación, el representante de los hoteleros de Barcelona ha urgido a las administraciones a activar medidas para frenar el declive del turismo en la capital catalana y ha pedido en concreto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, destinar más recursos económicos a la promoción.
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