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Washington, 8 ago (EFE).- La escasa presencia de mujeres al frente de las grandes corporaciones de Estados Unidos recibió un nuevo golpe con la renuncia de la consejera delegada de PepsiCo, Indra Nooyi, un retroceso que preocupa a las organizaciones de directivas femeninas.
La salida de Nooyi, que comandó la multinacional de bebidas refrescantes durante los últimos doce años, situó en veintitrés el número de consejeras delegadas de compañías del índice bursátil S&P 500, es decir un 5 % del total, según datos del grupo de investigación Catalyst.
Su dimisión se suma a la que hizo efectiva en mayo la ex directora ejecutiva de la empresa de alimentación Campbell Soup, Denise Morrison, otra de las líderes empresariales de largo recorrido y reconocida trayectoria.
"Las salidas de Nooyi y Morrison no están siendo reemplazadas por otras mujeres. Como resultado, las líderes femeninas estamos perdiendo terreno en los altos cargos", dijo en declaraciones a Efe la presidenta y consejera delegada de la Red de Mujeres Ejecutivas de Estados Unidos (NEW, en sus siglas en inglés), Sarah Alter.
Nooyi, de hecho, será relevada en su cargo en octubre por el español Ramón Laguarta, elegido por unanimidad como su sucesor por el Consejo de Administración de PepsiCo.
Para la presidenta de la Organización Nacional de Mujeres de EE.UU. (NOW, en sus siglas en inglés), Toni Van Pelt, esta falta de liderazgo femenino "va en detrimento de la economía estadounidense en conjunto".
"Las mujeres en posiciones de liderazgo dan un valor añadido a nuestra cultura y corporaciones y en la manera en la que estas tratan a sus clientes", señaló a Efe Van Pelt.
De acuerdo a una reciente investigación de la NEW, los altos cargos femeninos sénior en Estados Unidos están dejando sus puestos de trabajo "cerca de cuatro veces más que la tasa que registran los hombres".
"Tenemos que revertir esta tendencia por el bien de nuestra competitividad", apuntó al respecto Alter.
Nooyi, una rara avis entre los directivos de las compañías del índice S&P 500, era la mujer con más tiempo al frente de una de esas grandes empresas después de Debra Cafaro, que lidera el fondo inmobiliario Ventas desde marzo de 1999.
Ellas dos eran las únicas que llevaban más de una década como consejeras delegadas de compañías que forman parte este grupo selecto, uno de los índices bursátiles más importantes de EE.UU. y considerado el más representativo de la situación real del mercado.
Con el objetivo de mejorar estos números, Alter consideró que "se debe reducir el prejuicio integrado en la cultura de trabajo estadounidense, apoyar a las mujeres a medida que crecen en su carrera profesional, reducir su aislamiento y abordar los conflictos que surgen entre la vida laboral y personal".
Por su parte, Van Pelt indicó que sería "importante" que las mujeres que ocupan actualmente cargos de responsabilidad trajeran consigo hasta estas posiciones de mando a otras féminas, "tal como hacen los hombres".
Además, argumentó que la falta de mujeres en puestos de autoridad se debe a que "el patriarcado, particularmente hombres blancos, no quiere que ellas lleguen ahí y hacen todo lo posible para no perder el control".
Ambas entrevistadas coincidieron en destacar que las empresas inclusivas y con diversidad de sexos tienen mejores resultados, tanto en el mercado de bienes y servicios como en los financieros.
"Los equipos con diversidad de género también son más innovadores, aunque las mujeres no siempre obtienen el crédito por las ideas que ayudan a generar o que crean", lamentó Alter.
La empatía con el cliente, la colaboración, propuestas renovadoras, un punto de vista "más humano y pacífico" y experiencias diversas son solo algunas de las características que las mujeres, según las expertas, pueden aportar al liderar grandes compañías en Estados Unidos.
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