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Bruselas, 13 dic (EFE).- España logró hoy suavizar los recortes de las cuotas de merluza propuestos inicialmente por la Comisión Europea (CE) para el año 2018, aunque sin mejoras para el jurel, dos de las especies prioritarias para España en la negociación de las posibilidades pesqueras en el Atlántico y el Mar del Norte.
Los ministros de Pesca de la Unión Europea (UE) han logrado alcanzar hoy un acuerdo, por unanimidad, sobre el reparto anual de los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y las cuotas pesqueras en aguas del Atlántico y el mar del Norte para 2018, tras casi veintidós horas de negociaciones en Bruselas.
El acuerdo se cerró a las 7:38 hora local (06:38 GMT), después de un consejo más largo que el de los últimos años, en el que España fue el último país en dar el visto bueno a la propuesta y presionó hasta el final para lograr mejoras para la merluza, la especie de mayor valor comercial para el país.
Las negociaciones han sido especialmente complicadas por el objetivo impuesto por la CE de lograr un Rendimiento Máximo Sostenible (RMS, el nivel óptimo de capturas que se puede extraer de una población de peces cada año sin perjudicar a las existencias) de todas las poblaciones como máximo en 2020.
Para la merluza en caladeros del sur, frente al recorte inicial propuesto por la CE, de 10.520 a 7.366 toneladas (-30 %), la UE tendrá una cuota de 9.257 toneladas en 2018, 5.923 de ellas para España.
Esto supone un recorte del 12 %, explicó Tejerina, el cuarto año consecutivo de recortes para esta especie y una "excepción" en el acuerdo final, junto con el arenque, que permite aplazar el objetivo de RMS de la especie un año más.
Esta era una de las líneas rojas de España en la negociación, una excepción "resultado del ejercicio responsable" de la flota española, destacó la ministra, y de los informes científicos aportados por España.
Tejerina hizo una "valoración positiva" del Consejo, "ante una propuesta durísima por parte de la Comisión Europea, de la misma manera que lo ha sido el proceso de negociación", y estimó que el resultado final va a dar "estabilidad a la flota y al empleo que lleva asociado".
En cuanto a la merluza en aguas del norte, frente al recorte propuesto por la CE, de un 19 %, (de 119.765 a 97.581 toneladas), la cuota general se queda en 104.996 toneladas, 31.499 toneladas para España, y un recorte del 7 %.
España no ha logrado mover la propuesta inicial de Bruselas sobre el jurel, otra de las especies prioritarias para el sector, que opta por una subida del 21 % para el del oeste tanto en las aguas del norte como en el Gran Sol y otro 21 % en las aguas del Cantábrico (con una cuota de 16.000 toneladas, 14.335 para España).
"Este incremento nos permite que en su conjunto el jurel se mantenga en unos niveles similares a los del año pasado, compensando una bajada del jurel sur", dijo la ministra.
La CE no ha cedido en suavizar el recorte del 24 % propuesto para esta especie en aguas portuguesas y oeste de Galicia, de 73.349 toneladas a 55.555, con 14.773 para España.
En cuanto al rape en aguas ibéricas, se mantiene el recorte propuesto por la CE, del 2 %, de 3.955 a 3.879 toneladas, 3.296 para España; su vecino del Gran Sol y el Golfo de Vizcaya mantiene la cuota del año pasado, en 33.516 y 8.980 toneladas (1.231 y 1.368 toneladas para España), frente a un recorte del 12 % propuesto por la CE.
El acuerdo final no modifica tampoco la propuesta de la CE para el gallo, con una subida en aguas ibéricas, del 20 %, y un recorte del 10 % en el Gran Sol.
En cuanto a la anchoa del Golfo de Vizcaya, tendrá la misma cuota que en 2017, lo que refleja, según dijo la ministra "la plena recuperación del stock después de años complicados", con un TAC de 33.000 toneladas, 29.700 para España.
El boquerón del Golfo de Cádiz y aguas de las Azores tendrá también en 2018 la misma cuota que este año, 12.500 toneladas, 5.978 para el sector español.
Respecto a la anguila, uno de los puntos más conflictivos de la negociación, el Consejo ha reafirmado la necesidad de que el conjunto de los países apliquen sus planes nacionales y los refuercen si es necesario, con un cierre de tres meses para proteger a los reproductores en el periodo de migración.
Se trata de una mejora dado que la CE proponía prohibir la pesca de esta especie en todas las aguas de la Unión, a raíz de un dictamen científico, una veda que afectaría especialmente a la flota artesanal gallega.
La ministra también pidió a la CE modificar su propuesta para la cigala del Cantábrico, que mantenía el cierre de la pesquería (cuota cero), y ha logrado abrir "ligeramente la puerta" para reabrirla con fines científicos a la espera de una nueva evaluación del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES).
Tejerina destacó el incremento logrado para la cuota de rayas, del 15 % respecto a la propuesta inicial de la CE, que "va a permitir una mejor gestión de la actividad de esta pesquería", de especial importancia para la flota artesanal del Cantábrico noroeste.
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