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El polígono industrial de Tres Cantos (Madrid) vive desde hace unos días una situación convulsa. El pasado jueves, la organización Cruelty Free International destapó el supuesto maltrato animal que se ha llevado a cabo en los laboratorios de Vivotecnia situados en este lugar, al menos entre 2018 y 2020.
La activista Carlota Saorsa grabó las imágenes dentro de este centro experimental que ahora está rodeado de personas defensoras de los derechos de los animales.
La mirada del primate de la foto, inmovilizado por sus extremidades, es la mirada del terror. "Estate quieto, coño", le dice uno de los cuatro operarios que le agarran con violencia antes de ser sometido, tal y como revela Cruelty Free Internacional (CFI) en una investigación sobre los laboratorios de la compañía Vivotecnia en Madrid.
Sí, sí... en Madrid. Antes, otro trabajador del centro en el que se realizan pruebas toxicológicas agarra del cuello a un cachorro de perro de la raza beagle y lo zarandea con violencia. Más tarde, el vídeo recoge cómo unas manos con guantes sostienen a una coneja: "Si te pones tonta te voy a apretar más fuerte, es lo que hay", dice el trabajador al animal, mientras le clava una aguja en los ojos en plena consciencia.
Los pelos de punta. Vivotecnia explota y tortura. Las imágenes muestran actos de crueldad gratuita y deliberada, y procedimientos llevados a cabo con mala praxis, por lo que la empresa, que realiza pruebas de toxicidad, estaría violando de forma sistemática las leyes españolas y europeas de protección de animales para fines científicos.
'Las imágenes pueden resultar inadecuadas para algunos usuarios'. La advertencia es clara antes de comenzar el visionado. Una vez iniciado el contenido puede parecer una película de miedo, pero la realidad puede superar los sueños más retorcidos.
Parece inexplicable que ocurran cosas así. Más si cabe, en una sociedad que trabaja de la mano con el Gobierno. La legislación y los controles rutinarios que se realizan han sido, cuando menos, ineficaces. El vídeo muestra cómo en el laboratorio se vejan, torturan y matan animales.
"Cuanto más conozco al hombre más quiero a mi perro"
Como dijo el filósofo griego Diógenes, cuanto más conozco al hombre más quiero a mi perro. No entiendo cómo un ser humano puede tener esa falta de empatía y piedad con un ser vivo que no puede defenderse. ¿Dónde queda la sensibilidad de esta empresa?
Las escenas de crueldad se suceden durante los casi nueve minutos de una grabación que ha sido editada para su publicación. Es complicado llegar hasta el final.
Cruelty Free Internacional ha denunciado el presunto maltrato y sufrimiento infligido a perros, cerdos, monos, conejos o ratones, así como las violaciones sistemáticas de las leyes europeas y españolas destinadas a proteger a los animales en los laboratorios por parte de Vivotecnia. La Comunidad de Madrid ha abierto un procedimiento a la empresa y suspendido su actividad investigadora tras una inspección de trabajo que realizaron 2con carácter inmediato".
Vivotecnia era, hasta hace unos días, un laboratorio más
En su propia página web, casualmente en mantenimiento este lunes, se podía leer: "Nuestro objetivo es alcanzar los más altos niveles de bienestar animal, no solo desde el punto de vista de nuestra responsabilidad moral sobre ellos, sino también porque estamos convencidos de que no podríamos alcanzar la excelencia en las investigaciones sin un bienestar animal adecuado".
Su director general es Andres Köning. "Trabajamos en todo momento para garantizar la calidad de nuestro trabajo, siempre teniendo en cuenta el bienestar animal", apuntó a The Guardian el pasado jueves en un comunicado.
¿Irónico no? Las imágenes expuestas en el vídeo son de extrema crueldad, como se puede comprobar más arriba. Ratas sangrando por los ojos; conejos que se rompen la columna; ratas hacinadas; perros sangrando; monos y cerdos gritando... Además, el vídeo muestra el trato vejatorio de los empleados a los animales.
En lugares como este, en principio se realizan inspecciones periódicas. Es lo que preguntamos y lo que reclamamos a todas las personas que sean responsables de estas inspecciones, ya sea la propia empresa, quienes subcontratan aquí los servicios, la Comunidad de Madrid o el Ministerio de Ciencia e Innovación que ha estado dando subvenciones. ¿Son incompetentes o cómplices ante esta situación?.
Experimentación científica con animales
En 2019, los laboratorios españoles utilizaron animales para la experimentación científica 817.742 veces, casi la mitad (el 41,7 %) que en 2009, cuando el entonces Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente empezó a publicar estos datos.
Este descenso en el uso de animales en laboratorios españoles se debe, en gran medida, a la directiva que obliga al fomento de las 3R, es decir, a reemplazar animales por otras técnicas siempre que sea posible, a reducir al mínimo su uso en los laboratorios y experimentos y a refinar los métodos empleados en la investigación.
En España, unos 140 centros de investigación se han sumado voluntariamente al acuerdo de transparencia sobre el uso de animales en experimentación promovido por la COSCE en 2016, de manera que es uno de los países más transparentes con estas prácticas.
Los animales tienen que ponerse a salvo lo antes posible. La sociedad, opina, debe abrir el debate: ¿La experimentación animal no es la panacea. Se cree que el 12 % es para medicina. ¿Y el resto del porcentaje para qué es? ¿No hay otro tipo de modelos? ¿No podríamos estar, en vez de subvencionando a empresas que humillan, vejan, asesinan y torturan a animales indefensos, a empresas que utilicen otro tipo de modelos alternativos? Es lo que nos merecemos.
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