La lava del volcán de La Palma sigue expandiéndose

La lava que ha alcanzado el mar en la isla de La Palma ha creado ya una “isla baja” de más de medio kilómetro de ancho, según ha explicado el vulcanólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Vicente Soler. La extensión total del delta es de 90.000 metros cuadrados, es decir, unas nueve hectáreas, según ha podido saber la Cadena SER.

Este delta es como el de los ríos. Poco a poco irá ampliando la superficie topográfica. Cuando la lava llega al mar se produce una fragmentación en superficie y se solidifica. Es como un depósito.

Con todo, las coladas de lava dejan ya un saldo de más de un millar de edificaciones dañadas a su paso. Además, cerca de 500 personas continúan confinadas ante la posibilidad de la emanación de gases nocivos. No obstante, los fuertes vientos continúan manteniendo a raya el humo y el vapor desprendido que genera la lava a través de su contacto con el agua.

Esta plataforma creada por la lava a su llegada al mar, recordó el CSIC, “genera nubes de gases en contacto con el agua”, que pueden afectar a la salud, motivo por el que las autoridades han recomendado no acercarse a presenciar el fenómeno.

En esta nueva jornada de erupción se mantienen las zonas de exclusión marítima y terrestre en torno al volcán, la colada y la zona de llegada al mar, así como la evacuación de los vecinos decretada la semana pasada y el confinamiento de los núcleos de población de San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa.

Hay una zona de exclusión de 3,5 kilómetros en tierra y mar

La lava ya ha llegado al mar en la zona de Tazacorte (La Palma) y el contacto de ese magma con el agua puede producir gases tóxicos para el ser humano, como cloro, azufre y carbono. Por eso las autoridades recomiendan unos consejos básicos para evitar complicaciones respiratorias en la población.

Lo básico es alejarse de las zonas confinadas. Se pide mantenerse a unos 3,5 kilómetros de distancia de esos lugares, tanto en tierra como en el mar. Es decir, respetar la zona de exclusión marítima y terrestre.

Para aquellas personas que viven en poblaciones cercanas a la zona donde la lava ha entrado en contacto con el agua se les recomienda que: 

• Permanezcan en sus casas. Hay que evitar desplazamientos innecesarios
• Sellar las juntas de las puertas y ventanas.
• Poner toallas húmedas en esas juntas y en resquicios donde pueda entrar el aire de la calle.

Estas indicaciones son válidas mientras haya riesgo de gases tóxicos en la zona. Si la lava ha tardado diez días en llegar al mar, se desconoce cuánto tiempo pude estar vertiendo esa lava en el agua de la costa canaria.

No solo los gases son peligrosos, la inhalación de las cenizas que el volcán lanza a la atmósfera también pueden provocar irritaciones cutáneas y respiratorias

Se recomienda llevar gafas, mascarillas y depositar las cenizas que se retiren en unos contenedores destinados a tal efecto.

La colada del volcán, en su lento avance arrasó zonas de invernaderos. Los plásticos de los techos ardieron y se produjeron nubes tóxicas, pero sin riesgo para la población que ya había sido evacuada.