La ley trans sobrevive a una semana dura de cara a su tramitación parlamentaria

A medida que pasan los años, la tramitación parlamentaria de la ley trans es cada vez más ralentizada. Ante eso, el colectivo se ha enfrentado al PSOE para que no vuelva a prorrogarlo. Hasta ahora, la decisión se encuentra en el aire, y el colectivo en las calles.

Todos en contra de la decisión del PSOE en cuanto a la ley trans

Hasta hace unos años, el Gobierno había prometido al colectivo LGTBI una ampliación de la nueva ley trans y de todos sus derechos con el objetivo de mejorar su situación y ejercer como uno más dentro del colectivo. Sin embargo, con el paso del tiempo hemos visto que esta decisión no ha acabado de cuajar.

El pasado martes, el Ministerio de Igualdad y el colectivo LGTBI se enfrentaba al grupo socialista al apoyar una ampliación en el plazo de enmiendas con la idea de “dar seguridad jurídica a la ley”. Esta idea “sobrevive” ya que el PP y Vox pretenden recurrirla de cara al Tribunal Constitucional.

El 27 de junio se aprobó el proyecto de ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans, así como la garantía de los derechos fundamentales para las personas LGTBI. Además, a principios de este mes de octubre se superó el veto por parte del PP y Vox.

A partir de ahí, se ha ampliado cada semana el plazo para presentar enmiendas al texto, algo que no volverá a ocurrir según informan desde el PSOE, quienes insisten en que el próximo miércoles se concluya el plazo para que la ansiada ley trans pueda ver la luz y aprobarla en el mes de diciembre.

La autodeterminación de género es la principal polémica de la nueva ley

Como ya pudimos ver durante estos años pasados, todas las críticas de la nueva ley trans se centran en dos puntos fundamentales.

El primer punto y el más básico es la libre autodeterminación de género, la cual permite el cambio registral de sexo a voluntad sin la necesidad de un informe médico ni de un tratamiento hormonal de dos años.

Por otro lado, la opción de que los menores de entre catorce y dieciséis años solo necesiten la autorización de uno de sus progenitores o tutores. Esto demuestra un “suficiente madurez” por parte de los menores a la hora de cambiar de sexo.

Actualmente son muchas las comunidades autónomas que cuentan con la libre autodeterminación de género. Galicia es una de las que aún no lo permiten.

En cuanto a este aspecto de la ley trans, el PSOE señala en que no lo tocará, pero sí insiste en una mayor dotación de la “seguridad jurídica” ante posibles recursos del PP y Vox. Es por ello por lo que cuestiona que se equipare ciertas violencias dentro del colectivo LGTBI con la violencia de género.

Por eso, la Asociación Española de Feministas Socialistas ya ha demostrado su malestar ante el Partido Socialista acusándolo de “cobardía” al aceptar mantener la autodeterminación de género. Una vez más, la ley trans se opone a cualquier idea política y a cualquier colectivo social.