La escasez de lluvia en Navidad da lugar a la pérdida de agua alcanzada en Semana Santa

El mes de diciembre pone en riesgo el superávit de agua alcanzado en Semana Santa. Los embalses españoles acumulan 28.840 hectómetros cúbicos, un 51,5 % de su capacidad, según el Ministerio para la Transición Ecológica.

La falta de lluvia durante diciembre pone en peligro la situación del país

La falta de lluvia durante este mes de diciembre, especialmente en las fiestas navideñas, está poniendo en peligro el superávit de agua alcanzado en Semana Santa, cuando las lluvias fueron abundantes en gran parte de España.

Actualmente, los embalses almacenan 28.840 hectómetros cúbicos de agua, lo que representa un 51,5 % de su capacidad total, según informa el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Aunque la reserva hídrica se encuentra un 1 % por encima de la media del último decenio, este margen positivo ha ido reduciéndose desde noviembre, cuando el superávit llegó a ser del 12,5 %.

Así, la falta de lluvia, agravada por un mes de diciembre excepcionalmente seco, podría llevar a que los embalses terminen 2024 con niveles por debajo de la media de los últimos diez años, según las previsiones de la Aemet.

En lo que va de diciembre, la lluvia solo ha sido significativa en el tercio norte peninsular, especialmente en el Cantábrico oriental y algunas zonas de Canarias. En el resto del país, las precipitaciones no alcanzan ni la cuarta parte de lo habitual para este periodo.

La sequía actual recuerda a los años previos a la Semana Santa de 2023, cuando los embalses también sufrieron un prolongado déficit hídrico. En esa época, la falta de lluvia durante varios meses provocó una grave escasez de agua, con niveles por debajo de lo habitual en muchas cuencas.

Esta situación afectó no solo al abastecimiento de agua, sino también a los ecosistemas acuáticos y aumentó el riesgo de incendios.

Aunque las lluvia de primavera de 2023 ayudó a mejorar los niveles de los embalses, muchas cuencas tardaron tiempo en recuperarse, dejando claro lo vulnerable que es el suministro de agua en ciertas regiones del país.

¿Cómo es la situación en las distintas cuencas de España?

En cuanto a la situación de los embalses por cuencas, las más abastecidas actualmente son las internas del País Vasco, que alcanzan el 95,2 % de su capacidad, seguidas del Cantábrico Oriental con un 83,6 %, y las cuencas de Tinto, Odiel y Piedras con un 83,4 %.

Otras cuencas en buen estado son Galicia Costa, con un 81,7 %, y el Ebro, que se encuentra al 73,8 %. Le siguen el Cantábrico Occidental (64,1 %), el Duero (62,9 %), el Miño-Sil (55,7 %) y el Tajo (54,4 %), todas ellas con niveles superiores al 50 %.

Por el contrario, varias cuencas están por debajo de la mitad de su capacidad. Entre ellas, el Júcar registra un 49,7 %, mientras que el Guadiana se sitúa en el 41,3 %. La situación es más preocupante en el Guadalquivir, que apenas alcanza el 35,2 %, así como en las cuencas internas de Cataluña con un 34,0 %.

Las cifras más bajas corresponden a la cuenca mediterránea andaluza (29,3 %), Guadalete-Barbate (28,3 %) y Segura (21,7 %), que afrontan un déficit significativo y reflejan la gravedad de la escasez de agua en el sureste del país.

Esta disparidad entre las distintas cuencas evidencia la necesidad de gestionar de manera eficiente los recursos hídricos y priorizar medidas para afrontar la sequía que afecta de manera desigual al territorio español. La falta de lluvia es un problema actual.