Lectura fácil
Seguro que te ha pasado. Vas al supermercado a comprar un par de cosas y llegas a casa con dos bolsas. Te contamos cómo es posible.
Como toda empresa, el objetivo es vender, cuanto más mejor. Es por ello que las cadenas de supermercado aplican estrategias de marketing, que sin darnos cuenta manipulan nuestros sentidos.
Los productos más rentables a primera vista
Al entrar al supermercado, es muy posible que lo primero que veamos sea alguna de las secciones de productos frescos. Puede ser la frutería o la panadería en la mayoría de casos. Se trata de los productos que más beneficio aportan al supermercado.
No vayas sin comer a hacer la compra
Si vas con el estómago vacío serás mas fácil de caer en la tentación y terminar comprando lo que no buscabas. Los supermercados lo saben y trabajan en seducir a tu olfato desde que entras al comercio.
Los productos básicos, al final
Las cadenas de supermercados lo saben. Recorrerás toda la tienda para buscar el arroz, el aceite o los huevos. Mientras tanto, "el paseíllo" no te lo quita nadie. A lo largo del recorrido irás sucumbiendo a las ofertas, a la bollería recién hecha y demás trampas.
La linea de cajas
Mientras esperas tu turno en caja, los supermercados te regalan la vista con los surtidos de promoción. Ahí encontramos algunas ofertas, dulces, chicles, caramelos, pilas, cargadores, y hasta preservativos. Se trata en muchos casos de aquellos productos que compramos por si acaso no tenemos en casa.
El momento de pagar
Cuando te diriges a la caja para saldar la compra, llega la sorpresa. El total de la compra termina siendo más alto de lo que pensabas, y así un día tras otro.
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