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El Mallorca se ha convertido este domingo en el tercer equipo que asciende a Primera División tras Osasuna y Granada, al derrotar por 3-0 al Deportivo de La Coruña en el estadio Son Moix y revertir el 2-0 encajado en Riazor.
Los gallegos desperdician la ventaja (2-0) del partido de ida
El equipo balear vuelve a la máxima categoría del fútbol español seis años después tras un partido frenético y una noche mágica.
El aliento de un Son Moix que vibró como hace años no lo hacía fue determinante, primero, para remontar el 2-0 que traía el Dépor de Riazor, y después, para impulsar a un grupo de jugadores que luchó hasta la extenuación durante los 90 minutos.
El partido tuvo de todo
Dramatismo y emoción cuando Abdón Prats marcó el tercero, el gol del ascenso, éxtasis y emoción a raudales cuando miles de aficionados celebraron la gesta en el césped y al grito de "A Primera, oé,oé".
El Mallorca intentó ponerle una marcha más a su juego desde el principio ante un rival que salió con la intención de dormir el partido y dejar que pasaran los minutos con el objetivo de no poner en riesgo la cómoda ventaja que traía de la ida.
Los dos equipos afrontaron el choque con las bajas de Marc Pedraza y Álex Bergantiños, protagonistas de la desgraciada acción en Riazor, que culminó con el mallorquinista sancionado con dos partidos, y el deportivista, con 70 puntos de sutura en sus labios.
Vicente Moreno decidió prescindir del argentino Leo Suárez y del mallorquín Abdón Prats, titulares en Riazor, para dar entrada al canario Aridai Cabrera y al croata Ante Budimir.
José Luis Martí, por su parte, dejó en el banquillo a Fede Cartabia, autor del primer gol de su equipo en A Coruña.
El 3-0 le convertía en equipo de Primera
El conjunto de Martí estaba obligado a reaccionar porque el ascenso se le escapaba de las manos, y lo hizo adelantando sus líneas en busca del gol de la tranquilidad.
Lo tuvo Quique (min. 78) con un remate espectacular desde el punto de penalti para obligar a Manolo Reina a hacer el paradón de la noche.
A 9 minutos para el final, Abdón Prats, que había sustituido a Aridai Cabrera, enganchó un disparo demoledor, también desde fuera del área, que puso en pie a las gradas y a su equipo, en Primera División.
El Dépor, ahora si lanzado sobre el área rival, lo intentó a la desesperada, pero ya sin tiempo: su sueño del ascenso se acabó, esta temporada, en las isla de Mallorca.
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