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Wu Xiaotian, de 15 años, luchó sin éxito contra los demonios internos que lo atormentaban, probando diversas terapias sin resultado. Incluso intentó suicidarse en dos ocasiones. Finalmente, el año pasado, optó por un marcapasos cerebral, un dispositivo implantado en su pecho que envía impulsos eléctricos a su cerebro, lo que le devolvió la vitalidad y alivió su tristeza.
Wu Xiaotian, el joven que lucha contra los problemas de salud mental
A los 15 años, Wu Xiaotian comenzó a experimentar lo que él llamaba "demonios internos". Estos demonios eran pensamientos y sentimientos negativos que lo atormentaban y no lo dejaban en paz. Para intentar superar estos demonios, Wu recurrió a diversas terapias y prácticas espirituales.
Es por ello por lo que probó la meditación, la acupuntura y la hipnosis, pero ninguna de estas técnicas parecía funcionar. Incluso se sometió a una terapia budista que consiste en atrapar animales vivos y luego soltarlos, con la esperanza de que este acto de compasión lo ayudara a encontrar la paz interior. Sin embargo, nada de esto logró aliviar su sufrimiento.
Wu también intentó la terapia electroconvulsiva, una forma de tratamiento en la que se utilizan pequeñas descargas eléctricas para inducir convulsiones y alterar la actividad cerebral. A pesar de ser un tratamiento bien establecido para la depresión, este método tampoco tuvo éxito en el caso de Wu. Los demonios seguían atormentándole dentro de su cabeza, sin darle tregua.
En un momento de desesperación, Wu intentó suicidarse en dos ocasiones. Afortunadamente, sobrevivió a ambos intentos y comenzó a buscar otra forma de encontrar la paz interior. Fue entonces cuando escuchó hablar de un nuevo tratamiento llamado marcapasos cerebral.
¿Qué es el marcapasos cerebral?
El marcapasos cerebral es un dispositivo implantado en el pecho que envía pequeños impulsos eléctricos a unos electrodos implantados en el cerebro. Este dispositivo se utiliza comúnmente para tratar enfermedades como la epilepsia y la enfermedad de Parkinson, pero recientemente también se ha utilizado para tratar la depresión resistente a los tratamientos convencionales.
Wu decidió someterse a la cirugía para implantar el marcapasos cerebral. El procedimiento fue pionero en China y duró seis horas. Después de despertar de la anestesia, Wu sintió un chute de vitalidad en su cuerpo, la misma que había perdido en su adolescencia. Su tristeza se desvaneció y fue reemplazada por una sensación de felicidad y bienestar que no sentía desde hace años. El marcapasos cerebral había hecho su función.
El neuroestimulador y los electrodos implantados en su cerebro funcionaron como un interruptor emocional, reviviendo la capacidad de Wu de sentir algo que había olvidado en los últimos 16 años: la sensación de felicidad. Gracias a este tratamiento innovador, Wu pudo por fin encontrar la paz interior que tanto anhelaba y deshacerse de los demonios que lo habían atormentado durante tantos años.
Un caso que puede servir para otros pacientes
En un comunicado emitido a principios de este año por el Hospital Ruijin de Shanghai, se menciona que Wu ha encontrado la felicidad. Su caso ha sido destacado en los medios chinos como un éxito en las tecnologías de vanguardia que pueden contribuir a la rehabilitación de pacientes con enfermedades y lesiones cerebrales, y posiblemente mejorar la capacidad de procesamiento del cerebro humano en el futuro.
Según el doctor Sun Bomin, jefe de neurocirugía funcional del Hospital Ruijin de Shanghai, con solo presionar un botón, el estado de ánimo de Wu puede cambiar de la desesperación al deleite gracias al marcapasos cerebral. Todo esto es posible gracias a un sistema de Inteligencia Artificial que identifica patrones en la actividad cerebral asociados con la depresión y los interrumpe automáticamente estimulando puntos específicos en el núcleo accumbens, una región profunda del cerebro conocida por su papel en los sentimientos de placer y recompensa.
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