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Nuestras mascotas no son simples animales que conviven bajo el mismo techo. Son pequeñas almas con pelitos y patitas que nos regalan unos momentos maravillosos y nos aportan una compañía inmejorable.
Centrándonos en la parte del bienestar mental, las mascotas nos dan cariño; no nos juzgan, ni nos cuestionan ni se ríen de nosotros y nos saben acompañar cuando más lo necesitamos, a pesar de no articular una sola palabra que nos haga entendernos.
Hoy queremos que descubras unos cuantos beneficios que las mascotas originan en nuestra salud mental:
Las mascotas ayudan a reforzar nuestra autoestima
Según unas investigaciones científicas de las Universidades de Miami y Saint Louis, los dueños de mascotas tienen mayor probabilidad de experimentar una mayor autoestima.
Es más, en niños y niñas con dificultad, cuando leen en voz alta delante de su mascota refuerzan la seguridad y la confianza en sí mismos, así lo han podido observar en los diferentes estudios.
Aumentan nuestra felicidad
Los dueños de mascotas, tras compartir un rato de juegos, experimentan un aumento de oxitocina, se estimula la producción de serotonina y la dopamina, al mismo tiempo que el cortisol se disminuye.
Todo este conjunto de hormonas ayudan a disminuir los niveles de estrés y son un buen antídoto contra la depresión.
El sentido de la responsabilidad se desarrolla
Nos hacen responsables en su cuidado, y nos enseñan a plantearnos prioridades. Además de ser un compañero de juegos para los más pequeños, crecer con una mascota supone un aprendizaje con respecto a la responsabilidad y el respeto a los animales.
Nos ayudan a aliviar la depresión
Cuando una persona mantiene un vínculo con las mascotas, ya cuenta con un motivo para levantarse de la cama. Es frecuente que la persona deprimida no se desahogue con nadie, pero quizá sí se sienta capaz de hablarle a su mascota.
Tener mascotas reduce el estrés
El equipo de la psiquiatra Sandra Baker de la Universidad Commonwealth de Virginia (EEUU) midió las ondas cerebrales de distintos dueños de perros antes y después de pasar un rato con ellos.
Los análisis muestran que tener una mascota y acariciarla frecuentemente, reduce los niveles de estrés, ansiedad y depresión. Es por ello por lo que acariciar, jugar, pasear y hablar con nuestras mascotas nos ayuda a despejar la mente y a experimentar bienestar.
La soledad no nos ahogará con su larga sombra
Tener una mascota casa nos aporta seguridad en nosotros mismo y protección. Además, nos ayuda a evitar la depresión que nace por el sentimiento de soledad, ya que la compañía de un animalito estimula el contacto físico y la comunicación, aunque no sea verbal.
Esta claro que no hablan, pero muchas personas han demostrado tener una gran comunicación no verbal con sus mascotas. No estás solo, tendrás su fiel compañía.
Nuestra vida social sigue activa
Salir a pasear a tu mascota es la excusa perfecta para conocer gente. Aunque no te lo creas, hay amistades que han surgido entre dos dueños de perros diferentes o porque alguno se acerco a hacerle una carantoña a la mascota de otro.
Nuestras mascotas son un tesoro. Si tienes una, cuídala y respétala como se merece, y si estás pensando en hacerte con una, piensa antes la responsabilidad que implica cuidar de una vida, recuerda, no son juguetes.
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