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El medio rural, los pueblos, las aldeas… lugares con poca población y falta de acceso en recursos básicos hace que los casos de violencia machista aumenten de forma considerable. Las víctimas de los entornos rurales se vuelven más vulnerables a la hora de poder escapar de su maltratador.
“Las mujeres asumen la violencia como algo con lo que tienes que convivir”
La falta de acceso a la información y a otros recursos provoca un “retroceso” en muchos aspectos de la vida de las personas. Es el caso de la violencia machista. La dependencia económica hacia la pareja y el entorno conservador provoca que las mujeres afectadas por la violencia de género no puedan recurrir a una ayuda estable para poner fin a su situación.
De hecho, un estudio en 2020 con la colaboración de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género señaló que todas las mujeres que participaron habían sufrido violencia durante una media de veinte años. Esta educación machista, según la presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR), hace que las mujeres asuman la violencia machista como algo con lo que tienes que convivir.
Para FADEMUR, los datos de asesinatos machistas representan solo “la punta del iceberg” y refleja con ello, una mayor vulnerabilidad en los pueblos. Según los datos, “en 2021 ha habido 40 mujeres asesinadas, 17 de ellas en municipios de menos de 20.000 habitantes, lo que representa un 42,5 por ciento”.
En los entornos rurales las mujeres tienen más miedo a que se las juzgue por sufrir violencia machista
El problema del entorno rural y los pueblos es que todo el mundo se conoce, lo que provoca que la violencia machista se esconda más por temor a que todo el mundo lo comente. Lorena Calvo, trabajadora social y coordinadora de uno de los Centros de Acción Social de la Diputación Provincial de Segovia, explica que en el medio rural la población es más machista porque hay menos recursos, menos servicios, más aislamientos y menos posibilidades de empleo.
Este motivo hace que las mujeres sean aún más vulnerables. Todas tienen miedo a que se les termine juzgando, por lo que hay mucho silencio y ocultación.
Un dispositivo de Servicio Telefónico de Atención y Protección para víctimas de violencia de género (ATENRPO)
Los casos de violencia machista han aumentado mucho en los últimos años, sobre todo tras el comienzo de la pandemia. En el entorno rural las ayudas para las víctimas de violencia de género se convierten en ayudas para sus hijos o demanda laboral, no se identifican por lo que realmente acuden. Por eso, es importante conseguir que su autoestima aumente, conseguir que se empoderen y reconocer el maltrato de una vez por todas.
A pesar de seguir viviendo con el miedo y la inseguridad, existe un dispositivo de Servicio Telefónico de Atención y Protección para víctimas de la violencia de género (ATENPRO). Esta ayuda acudirá si dejas pulsado un botón durante unos segundos, inmediatamente te pones en contacto con la Cruz Roja.
Lo más importante de todo esto es la importancia para que las mujeres denuncien y no esperen a que se produzcan consecuencias más graves. No tengas miedo a hablar, no estás sola, la violencia machista sí tiene solución.
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