Los mosquitos y los métodos más eficaces para repelerlos: desde los más tecnológicos hasta los más naturales

Los mosquitos. Nuestros grandes enemigos en épocas de calor o elevada humedad. Lo cierto es que estos insectos, además de ser muy molestos por el ruido que emiten, sobre todo por las noches, pueden traernos de cabeza en más de un sentido. Muchas personas son alérgicas a sus picaduras, llegando a sufrir ronchas muy grandes y dolorosas, además de aquellas picaduras que pueden llegar a transmitirnos enfermedades complicadas.

Por estos motivos, muchos nos afanamos por hacernos con todo tipo de repelentes. Entre los más usados se encuentra la citronela, que por su olor los aleja eficazmente, además de otros repelentes en spray para ponernos en el cuerpo o en las estancias, e incluso difusores de olores que los ahuyentan. Sin embargo, y como en casi todo, las tecnologías también avanzan en métodos para alejar a los mosquitos de nuestros hogares, como con el uso de los ultrasonidos.

¿Cómo funciona el ultrasonido para repeler a los mosquitos?

Los nuevos dispositivos que basan su tecnología en los ultrasonidos, emiten sonidos de alta frecuencia, generalmente en el rango ultrasónico, que se supone que son audibles para los mosquitos pero no para los humanos. La idea detrás de estos aparatos tecnológicos es la de crear un ambiente incómodo para estos y otros insectos, que también son muy populares en nuestras casas, como las moscas, lo que teóricamente debería mantenerlos alejados.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la eficacia de estas máquinas para repeler mosquitos ha sido objeto de debate y controversia. Algunos estudios científicos han sugerido que estos dispositivos no son tan eficaces como se anuncian. Además, hay que tener en cuenta que estos insectos se sienten atraídos por varios factores, como el dióxido de carbono que exhalamos, el olor y la temperatura corporal, incluso por la variedad de mosquito a la que nos enfrentemos, entre otros.

En la práctica, es posible que se requieran múltiples medidas, como el uso de repelentes de insectos, mosquiteros y la eliminación de fuentes de agua estancada, para reducir la presencia de estos insectos y minimizar las picaduras, además de máquinas de ultrasonidos como las que podemos encontrar en las tiendas.

Aprender que la naturaleza también puede ser nuestra aliada

Entre otros métodos menos artificiales también se encuentra el apelar a la naturaleza utilizando depredadores comunes de las plagas que puedan estar afectando. Aunque pueda resultar controvertido, la idea de no limpiar las telarañas del techo, sobre todo en las épocas en las que aparecen más mosquitos, es muy útil para mantenerlos a raya.

Las arañas se alimentan de todo tipo de insectos, sobre todo de los voladores como los que intentamos evitar. Aprender a convivir con ellas, sin dejar que proliferen en exceso, puede ser una forma más que útil y sin ningún tipo de impacto ecológico, para frenar a los mosquitos, y otros bichos igual de desagradables.