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Aunque los casos de malaria que se diagnostican cada año en España son anecdóticos, durante los últimos años se ha detectado una cada vez mayor presencia de especies invasoras de mosquito capaces de transmitir enfermedades tropicales víricas. Expertos como Rubén Bueno, Entomólogo, doctor en biología y Director Técnico en Rentokil Initial, alertan sobre cómo el impacto de estos insectos ha crecido exponencialmente en nuestro territorio.
Según Bueno, detrás de este incremento se encuentra “el efecto del cambio climático, que favorece una mayor proliferación de estos insectos y la globalización, que ha permitido la llegada de nuevas especies de mosquitos a nuestro territorio con capacidad para generar más daños y molestias a la población humana”.
Del dengue, al Virus del Nilo: las “nuevas” enfermedades tropicales
A las molestias habituales que una picadura de mosquito pueden provocar (picor, dolor), ahora se suma el importante problema de salud pública que las nuevas especies invasoras pueden causar como vectores de enfermedades tropicales.
Los expertos avisan del aumento del riesgo de contagio de enfermedades víricas como la Fiebre del Virus del Nilo Occidental o el dengue. La primera de estas es transmitida fundamentalmente por el mosquito común (Culex pipens) y, durante años, se ha detectado tanto en mosquitos, como en humanos, así como en caballos y distintas especies de aves.
Según Rubén Bueno, en estos momentos se considera un virus totalmente endémico tanto en España, como en todo el sur de Europa, por lo que “debemos gestionar el hecho de convivir con él y actuar, una vez más, de forma preventiva en el combate frente a los mosquitos para minimizar las posibilidades de brotes de transmisión”.
En cuanto al virus del dengue, este puede ser transmitido por el mosquito tigre (Aedes albopictus), una especie invasora procedente del sureste asiático y detectada por primera vez en España en el año 2004 en Cataluña. Desde entonces, esta especie ha logrado colonizar ambientes urbanos de todo el arco mediterráneo: desde Cataluña a Andalucía, incluyendo también a las Islas Baleares, así como el norte peninsular en comunidades como Aragón, Navarra, País Vasco o Galicia, y cada vez más zonas del interior, como la Comunidad de Madrid.
Las previsiones no son buenas y los entomólogos confirman ya no solo la tendencia expansiva del mosquito tigre, sino su definitivo asentamiento futuro en los próximos cinco años en todas y cada una de las Comunidades Autónomas de España. Ante esta situación, los expertos como Bueno alertan: “Es fundamental establecer programas de vigilancia y control del mosquito tigre en nuestras ciudades para reducir los riesgos de transmisión”.
¿Cómo hacer frente a los mosquitos?
Tal y como se ha señalado, la globalización y los efectos del cambio climático han sido factores determinantes que han permitido la expansión de las especies invasoras y, por tanto, la difusión de enfermedades tropicales y virus tradicionalmente asociados a zonas tropicales del globo.
No obstante, en el caso de especies como el mosquito tigre necesitan altas temperaturas y agua estancada para poder depositar sus huevos y desarrollar las larvas. En este sentido, la ciudadanía juega un papel esencial ya que, según señala Rubén Bueno: “El mosquito tigre apenas requiere de muy pequeñas colecciones de agua para reproducirse (un pequeño vaso, bebederos de animales domésticos, ceniceros con agua estancada, platos que ubicamos debajo de las macetas, etc.) y muchas veces estos criaderos de mosquitos se encuentran en ámbitos privados y domésticos”.
Evitar el almacenamiento de agua estancada en los hogares puede llegar a ser algo tremendamente sencillo para frenar la expansión del mosquito tigre y minimizar el riesgo a que este tipo de especies sigan suponiendo un problema para la salud de las personas con la transmisión de enfermedades tropicales.
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