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Mover el brazo o incluso girarlo en círculos tras recibir una vacuna contra la Covid-19 no sirve para aliviar el ligero dolor que causa habitualmente cualquier inyección. Los expertos consultados por Servimedia explican que hacer este tipo de gestos no es malo pero tampoco mitiga la molestia.
Esta verificación ha sido realizada en el marco del proyecto #VacúnaTE que Maldita.es y la agencia de noticias desarrollan contra la desinformación sobre las vacunas de la COVID-19 con el apoyo de Google News Initiative.
El dolor en el brazo e incluso los sarpullidos son respuestas normales a la inyección de sustancias extrañas en el cuerpo
"El movimiento no tiene nada que ver con el posible dolor de brazo después de la vacuna", explicó el presidente de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas, José Antonio Forcada, quien recomienda hacer vida normal tras el pinchazo. "El dolor se produce porque hay una agresión tisular: pinchas e inyectas un líquido, estás haciendo una presión, y eso puede producir un cierto dolor".
Forcada destaca que, por norma general, la molestia será muy leve. Además, recalca que mover el brazo para que la vacuna se extienda antes no tienen ningún efecto, ni positivo ni negativo. "Si la gente haciendo el molinillo está más contenta, adelante, no va a ser contraproducente, pero tampoco se relaciona con ningún beneficio".
Coincide en esta opinión el presidente de la Asociación Española de Enfermería y Salud, Luis Miguel Alonso Suárez. "Está bien que la vacuna se reabsorba lo antes posible, pero está diseñada para que lo haga en el centro del músculo deltoides, a un ritmo normal. No es necesario moverse para que la zona se revascularice", indicó.
En el caso de que el dolor sea muy intenso, puede ser útil un analgésico.
Para la mayoría de las personas que han recibido la vacuna anti-COVID-19, el pinchazo de la aguja no es nada
Sin embargo, en las horas posteriores muchas acaban con dolor en el brazo, según casos anecdóticos y datos publicados. Ese efecto secundario habitual no es exclusivo de las vacunas anticovídicas. Pero a medida que varios países emprenden grandes campañas de vacunación en masa, la prevalencia generalizada del dolor en el brazo genera preguntas sobre por qué algunas vacunas duelen tanto, por qué algunas personas sienten más dolor que otras y por qué algunas no sienten ningún dolor.
Los expertos señalan que la buena noticia es que el dolor en el brazo e incluso los sarpullidos son respuestas normales a la inyección de sustancias extrañas en el cuerpo.
Debido a las muchas complejidades del sistema inmunitario y a las peculiaridades individuales, no sentir dolor también es normal. Las personas pueden desarrollar respuestas inmunitarias protectoras y no sufrir ningún tipo de reacción local.
Aplicar frío en la zona afectada puede reducir el dolor
"El dolor en el punto de inyección de cualquier vacuna es mínimo y desaparece la mayoría de los casos de forma espontánea, pero si persiste o le acompaña calor e inflamación local, el mejor tratamiento es la aplicación de frío local en la zona afectada" explica a Maldita.es Inmaculada Cuesta, enfermera experta en vacunas del Consejo General de Enfermería. Si el dolor o la inflamación persisten en el tiempo, se debe consultar con un médico, añade Cuesta.
Alonso Suárez coincide con Cuesta en que, si se da calentura, molestias o reacciones locales similares en la zona, aplicar frío aliviará la sintomatología.
La respuesta inmunitaria innata no cesa en el brazo. Para algunas personas, el mismo proceso inflamatorio también puede provocar fiebre, dolor generalizado, dolor articular, sarpullidos o dolor de cabeza.
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