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El terremoto en Albania ha dejado hasta ahora al menos 35 muertos y más de 650 heridos, de los cuales 32 se encuentran en una situación crítica.
Continúan las labores de búsqueda de supervivientes
Los habitantes de Albania intentan digerir el horror vivido y buscan a familiares o se desviven por ayudar a los damnificados, entre el temor a que alguna de las fuertes réplicas del terremoto que se siguen produciendo pueda causar nuevos derrumbes.
Los equipos de salvamento han podido rescatar de entre los escombros de edificios caídos a 47 personas.
Cada vez hay menos esperanza de hallar supervivientes
Las zonas más afectadas son la ciudad turística de Durres, habitada desde tiempos antiguos, y la pequeña localidad de Thumana. Ambas situadas cerca del epicentro del terremoto de 6,4 grados en la escala de Richter.
Bastaron solo 30 segundos para que Durres, una importante colonia greco-romana, se transformase en una ciudad deshabitada para una parte considerable de sus 200.000 vecinos.
Algunos edificios están derrumbados por completo
Otros han perdido las fachadas y han dejado al descubierto el interior de los apartamentos, con sus muebles y su decoración, como si solo se les hubiera arrancado la piel exterior.
Inmuebles inclinados, calles sembradas de ladrillos, azulejos y yeso desperdigado. Las imágenes de algunas zonas de Durres muestran palpablemente el horror vivido por sus habitantes en la madrugada del martes.
Más de 2.000 personas se han quedado sin casa o simplemente tienen miedo a nuevas réplicas, pasaron la noche en las carpas levantadas fuera del estadio "Niko Dovana", donde hoy se les distribuía comida y recibían asistencia médica.
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