Nueva normativa para las cabinas de aseo accesibles

Poco a poco se continua trabajando por la mejora de los espacios urbanos para tener ciudades mejor adaptadas y más accesibles para las personas con movilidad reducida. Este es el caso de la nueva normativa de accesibilidad para las personas con discapacidad aprobada por el Gobierno y que ya se encuentra recogida en el Boletín Oficial del Estado. En esta ocasión, la normativa, abarca todo tipo de cabinas de aseo, tanto en espacios públicos como en privados.

Esta ley, aprobada en el mes de agosto de 2021, ha entrado en vigor finalmente en enero de este año, con la llegada del buen tiempo y el levantamiento de las restricciones, se espera que la población empiece a movilizarse más en el espacio exterior urbano, por eso es necesario acelerar los procesos de modificación de las cabinas de aseo, principalmente de las que se encuentran en las zonas públicas.

¿Cómo serán las cabinas de aseo públicas en exteriores?

Habrá aspectos que se mantengan con respecto al diseño de las cabinas de aseo que aún siguen presentes, pero en esta nueva normativa, se hace especial hincapié en la adaptabilidad del entorno urbano y de los espacios. Tomando en cuenta los aspectos más técnicos, la norma recoge la obligatoriedad de contar con un sistema visual y sonoro o háptico, para saber si las cabinas de aseo están libres, de esta forma las personas con discapacidad visual o auditiva, podrán hacer uso de estos aseos.

Otro aspecto importante de estas nuevas cabinas de aseo, es que tendrán que estar conectadas con el itinerario peatonal de forma accesible, es decir, sin obstáculos como bordillos, escaleras o elementos estéticos que puedan entorpecer la accesibilidad, y además deberán contar con un espacio que abarque un círculo de al menos 1,50 metros de diámetro delante de la puerta de acceso. Además, este espacio, no podrá formar parte del espacio peatonal ni del área que ocupe la puerta al abrirse.

Finalmente, con respecto a la puerta, se especifica que debe ser abatible hacia el exterior o preferiblemente corredera. La anchura que debe quedar libre de paso será de al menos 80 cm y el mecanismo, tanto de cierre como de apertura, tendrá que ser de fácil manejo por si se diese el caso de alguna situación de emergencia, poder acceder con facilidad.

¿Y las interiores?

Al igual que en las exteriores, el espacio que debe quedar libre junto a la puerta de las cabinas de aseo públicas también se amplia, igualándola a las medidas de las que están en el exterior (1,50 m de diámetro). Pero además, añaden una altura mínima, que tendrá que ser de 2,20 metros. Con respecto al resto de especificaciones, se mantendrán las que ya conocemos y con las que nos sentimos más habituados.

Por ejemplo, las caminas de aseo deberán contar con un inodoro de una altura entre 45 y 50 cm, además de barras de sujeción en los laterales, al menos una de ellas deberá ser abatible. Con respecto al lavabo, este deberá contar con un espacio libre que permita la aproximación de una persona en silla de ruedas, además de una altura máxima de 85 cm.