Apagada es un cortometraje que visibiliza la violencia psicológica en las relaciones de pareja, especialmente en mujeres con discapacidad, quienes son más vulnerables. Dirigido por Guillermo Rojo y protagonizado por Sonia Cuesta, el filme explora cómo la disonancia cognitiva y la baja autoestima impiden a muchas víctimas reconocer el maltrato.
En Portugal, muchos hospitales públicos derivan las interrupciones voluntarias del embarazo a clínicas privadas, como Arcos en Lisboa, debido al estigma y las limitaciones del sistema.