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Uno de cada tres niños en el mundo, aproximadamente 766 millones, estuvo expuesto a olas de calor extremas entre julio de 2023 y junio de 2024, según un informe reciente de Save the Children.
Estas olas de calor se definen como períodos de tres días consecutivos con temperaturas superiores al 1 % de todas las registradas en los últimos 30 años en esa localización.
Esta cifra alarmante refleja un problema creciente asociado con el cambio climático, que está afectando gravemente la salud y el bienestar de los más jóvenes.
El impacto de las olas de calor en la salud infantil
Durante el mismo período, 344 millones de niños, es decir, el 15 % del total mundial, experimentaron la temperatura más alta registrada en sus localidades desde al menos 1980. Según el director general de Save the Children, Andrés Conde, el aumento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor está poniendo en "grave peligro" la salud física y mental de los niños.
Las olas de calor extremas pueden causar deshidratación, golpes de calor, y agravar enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Además, el estrés térmico puede afectar el desarrollo cognitivo y emocional de los menores, aumentando la incidencia de problemas psicológicos como ansiedad y depresión.
Olas de calor y derechos de los niños
El informe también destaca que el cambio climático no solo amenaza la salud de los niños, sino también sus derechos fundamentales, como el derecho a la educación. Las altas temperaturas pueden afectar el rendimiento escolar al reducir la capacidad de concentración y aumentar el riesgo de absentismo escolar. Además, las olas de calor extremas contribuyen a la desigualdad social, ya que las familias con menos recursos son las más afectadas y menos capaces de proteger a sus hijos del calor intenso.
En España, el estudio revela que el 72,7 % de los niños sufrió olas de calor extremas en el último año, y un 25,8 % enfrentó temperaturas sin precedentes. Esto indica que la crisis climática es una realidad inminente que ya afecta a las poblaciones locales. Shruti Agarwal, investigadora sobre crisis climática y economías sostenibles y autora del informe, describe la magnitud de la crisis como "asombrosa". La exposición generalizada de los niños a estas condiciones extremas no solo establece un récord, sino que señala una catástrofe en desarrollo.
Medidas y futuro
Save the Children utilizó datos de satélite del Servicio de Cambio Climático de Copernicus y estimaciones de la población infantil de WorldPop para su informe.
Las olas de calor extremas, en combinación con la crisis climática, subrayan la necesidad urgente de tomar medidas para mitigar estos impactos. Se requieren estrategias globales y locales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar las infraestructuras para soportar condiciones extremas y garantizar que las políticas públicas incluyan medidas de protección para los grupos más vulnerables, como los niños.
Este informe es un llamado a la acción para abordar la crisis climática de manera integral, protegiendo así el futuro de las nuevas generaciones que enfrentan un mundo cada vez más cálido y menos habitable.
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