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Nuestro ombligo se ha convertido en una parte del cuerpo inolvidable para muchos y esencial para unos pocos. Sin embargo, muchos expertos nos aseguran que el estado de este puede descifrarnos información muy importante sobre nuestro estado de salud. ¿Tenías conocimiento sobre esto? En GNDiario te lo contamos con detalle.
La increíble historia de la monja de Minnesota
Aunque parezca que la historia no vaya relacionada con este tema, es importante volcarse hacia la antigüedad y descubrir otros orígenes importantes acerca del ombligo.
Mary Joseph Dempsey, una monja que trabajaba en el hospital de Minnesota, dedicó la mayor parte de su vida a tratar pacientes diagnosticados con cáncer de abdomen y de pelvis, ya que en el siglo XIX se trataba de enfermedades bastante perjudiciales.
Ante esta situación, Mary Joseph notó que, en algunos pacientes, el cáncer metastásico producía una hinchazón o nódulo palpable en el ombligo. Así, y gracias a los tratamientos, la famosa monja informó al hospital y publicó sus hallazgos para evitar posibles muertes en un futuro debido al crecimiento de este nódulo.
El ombligo: Una parte de nuestro cuerpo más allá de un “simple agujero”
Si nos fijamos en nosotros mismos, podemos observar que muchas partes de nuestro cuerpo no cuentan con la misma actividad que otras. En el caso de los brazos o las piernas, hablamos de extremidades “necesarias” para nuestro día a día. Sin embargo, otras partes del cuerpo como es en este caso el ombligo, pasa desapercibido por muchas personas, ya que consideran que no tiene una función más allá que acumular pelusas o hacerse un piercing.
A pesar de ello, el ombligo es considerado el punto de acceso para los vasos sanguíneos, los cuales transportan la sangre hacia y desde el feto. Es muy común observar tres vasos sanguíneos dentro del cordón. Así, esta parte es esencial para la alimentación y el cuidado del feto durante el embarazo de la mujer. Esto lo convierte en un “punto débil”.
Otra de las causas que hacen importante esta parte en nuestro cuerpo es que, con él, se puede observar una conexión con el hígado. La piel que se encuentra alrededor de este tiene lechos de venas superficiales que retroalimentan hacia una circulación más profunda. Con ello, las venas que se encuentran alrededor se dilatan y se vuelven visibles debajo de nuestra piel.
¿Cómo podemos cuidar esta zona para evitar infecciones?
Los farmacéuticos y médicos especialistas coinciden en una razón clara: mantener nuestro ombligo limpio es de vital importancia. Aunque no lo creamos, al igual que el resto de nuestro cuerpo, esta zona debe mantener limpia para evitar infecciones de pus o enfermedades graves que puedan alterar nuestro estado de salud.
Por ello, los expertos aclaran que la mujer forma de limpiarlo es con un algodón húmedo y mojado en un poco de jabón y agua. Cuando lo tengamos, daremos pequeñas vueltas dentro de nuestro obligo. Una vez hecho, es importante secar con otro bastoncillo seo para evitar acumulación de suciedad en esta zona ya húmeda.
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