Más del 20 % de personas con discapacidad eligen emprender, impulsadas por las barreras laborales

El Observatorio del Emprendimiento en España (GEM) y la Fundación ONCE han dado a conocer su reciente informe titulado ‘Emprender con discapacidad en España’, en el cual examinan la realidad del emprendimiento dentro del colectivo de personas con discapacidad.

Según el documento, más del 20 % de estas personas optan por emprender e iniciar sus propios negocios, un interés que, en muchos casos, también se ve impulsado por la necesidad debido a las barreras que enfrentan para integrarse en el mercado laboral.

El informe fue presentado durante el II Congreso Nacional de Emprendimiento y Discapacidad, que tuvo lugar recientemente en Bilbao. Este evento fue organizado por la Fundación ONCE, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) y la Asociación de Emprendimiento y Discapacidad (ASEMDIS).

Solo el 12 % de personas con discapacidad son capaces de emprender

Según se desprende del informe, un 12 % de las personas con discapacidad ya están llevando a cabo actividades por cuenta propia. Además, casi un 10 % tiene la intención de hacerlo en los próximos tres años. Sin embargo, la tendencia de emprender sigue siendo más baja en comparación con la de las personas sin discapacidad.

Entre quienes tienen interés en emprender, la mayoría se inclina hacia esta opción principalmente por necesidad. A pesar de ello, el nivel general de emprendimiento en este colectivo continúa siendo bajo. Aunque estas personas representan más del 6 % de la población en edad laboral en España, las cifras de emprendimiento son inferiores a las de la población sin discapacidad y enfrentan más obstáculos para mantener sus negocios a largo plazo.

En particular, seis de cada diez personas con discapacidad que deciden emprender lo hacen debido a la falta de oportunidades laborales, mientras que tres de cada diez lo hacen motivadas por el deseo de generar riqueza o obtener ingresos elevados.

Obstáculos en el acceso a financiación

Uno de los principales retos para este colectivo es el acceso a financiación para sus proyectos. Las personas con discapacidad cuentan con menos ahorros propios para invertir y dependen en mayor medida de fuentes externas como apoyo público o redes personales. Además, enfrentan barreras adicionales como redes de apoyo más limitadas, prejuicios sociales y una falta de formación adecuada, lo que dificulta aún más el camino hacia el emprendimiento. Estas circunstancias también contribuyen a que tengan una tasa de abandono más alta: cerca del 6 % de los emprendedores con discapacidad dejan su actividad, frente al 2 % entre quienes no tienen discapacidad.

Aspectos positivos

A pesar de los desafíos, un 37 % de las personas con discapacidad percibe oportunidades para emprender en los próximos seis meses. Asimismo, la mayoría de quienes ya han emprendido considera que sus productos son innovadores y están diseñados con sensibilidad hacia los impactos sociales.

El informe destaca que, entre las personas con discapacidad que emprenden o tienen interés en hacerlo, predominan los hombres y los menores de 35 años. La mayoría posee estudios de Educación Secundaria Obligatoria o Formación Profesional, mientras que son menos frecuentes los perfiles con estudios universitarios.