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Daniel Hurtado es un hombre de 34 años de Granada que perdió la vista hace cinco años debido a dos infartos cerebrales. Desde entonces, su vida ha sido una constante prueba de superación. Su último logro ha sido coronar, junto con otras 15 personas con discapacidad, las montañas más altas de Andalucía.
“Si se quiere, se puede”. Esta frase se ha convertido en un lema para los miembros de esta gran familia de la montaña
El proyecto '8 Cimas' surgió hace cuatro años en un congreso de la Escuela de Pacientes de la Escuela Andaluza de Salud Pública en Granada.
Antonio Hermoso, coordinador del proyecto y portavoz de la Plataforma de Asociaciones de Pacientes de Andalucía, amante de la montaña, decidió formar un equipo a través de un casting. Entre las personas seleccionadas se encontraba Dani.
El grupo estaba compuesto por personas con discapacidad, enfermedades crónicas o en proceso de rehabilitación en la Federación Granadina de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Fregadi).
El mayor desafío de esta aventura fue unir a un equipo tan diverso y lograr que avanzaran al mismo ritmo. A pesar de su falta de experiencia en senderismo, lograron conquistar desde la montaña más baja, el Pico Bonales con 1.055 metros, hasta el punto más alto de la región, el Mulhacén con sus icónicos 3.479 metros.
El ritmo del grupo siempre se adaptó a la persona más lenta, considerando las diferentes discapacidades y dificultades de cada uno. Entre los participantes se encontraban personas con párkinson, fibromialgia, cáncer de colon, cáncer de mama, esclerosis múltiple, trasplante de riñón, trasplante de hígado, trastorno bipolar y una persona ciega, Dani.
Una de las mayores satisfacciones de esta experiencia fue la unión del grupo como una gran familia
Dani destaca que se apoyaron mutuamente y lograron alcanzar cualquier objetivo que se propusieran. El proyecto '8 Cimas' contó con la colaboración de la ONCE, ILUNION y otras 13 entidades sociales.
Ahora, el proyecto se extiende a través de un documental con el objetivo de transmitir su mensaje al gran público: "Si se quiere, se puede". El senderismo dejó de ser el objetivo principal, la montaña se convirtió en un espacio de convivencia y superación para estas personas con discapacidad. Aprendieron a utilizar una pértiga y se apoyaron mutuamente en cada salida.
Dani regresó transformado de esta experiencia y tiene ganas de enfrentar nuevos retos. El grupo planea escalar el Teide, la montaña más alta de España con 3.715 metros. Además, Dani se ha incorporado como vendedor de la ONCE, donde su objetivo es vender ilusiones y ayudar a las personas a soñar.
La historia de Dani y de estas 15 personas con discapacidad, es un ejemplo inspirador de superación y determinación. A pesar de su discapacidad, demuestran que los límites están en la mente y que con pasión y apoyo mutuo, se pueden alcanzar grandes metas.
Cada día es una nueva cima por coronar y este grupo de personas con discapacidad nos enseña que con entusiasmo y perseverancia, podemos superar cualquier desafío que se presente en nuestro camino.
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