Lectura fácil
La pequeña biofarmacéutica de origen gallego PharmaMar atesora más de 200.000 organismos recogidos en los océanos y sigue buscando medicamentos en el mar contra virus como la Covid-19.
PharmaMar se estrena en el Ibex-35
PharmaMar también ha creado una unidad de virología, desarrolla kits de diagnóstico, se plantea crecer comprando o licenciando nuevos productos y se ha estrenado esta semana en el Ibex-35 superando los 1.800 millones de euros.
La compañía de origen gallego presidida por José María Fernández Sousa, que busca en los océanos sus moléculas, ha conseguido recientemente que la agencia del medicamento de Estados Unidos (FDA) aprobase su fármaco Zepzelca (lurbinectedina) para tratar el agresivo cáncer de pulmón microcítico.
Este descubrimiento desembocó en la firma, unos meses más tarde, de un acuerdo con Jazz Pharmaceuticals, una compañía norteamericana que comercializa desde ahora Zepzelca a cambio de unos royalties de hasta el 30 % de las ventas netas en EE UU y que además ya ha realizado pagos comprometidos por 300 millones de dólares, que podrían ampliarse en otros 700 millones en función de hitos que vayan ocurriendo.
Remedios eficaces para enfermedades poco extendidas
El hallazgo ha dado un fuerte tirón a una compañía muy pequeña que además tiene un catálogo de productos modesto. Sus remedios se han demostrado eficaces para enfermedades poco extendidas. Su primer éxito, el Yondelis, desarrollado hace ya 20 años, está indicado para sarcoma de tejidos blandos en estadio avanzado y en combinación con otro fármaco, en un tipo de cáncer de ovario poco frecuente.
La Aplidin es otro de sus productos que se comercializa en Australia para mieloma múltiple y fue tumbado por la Agencia Europea del Medicamento en una controvertida decisión que llevó a la compañía a recurrir al Tribunal Superior de Justicia de la UE —la sentencia saldrá este año—. “Son tres productos de origen marino, son productos seguros”, dice Fernández Sousa.
La Aplidin podría servir para tratar el actual brote de coronavirus porque es capaz de bloquear una proteína (EF1A) necesaria para reproducir la enfermedad en el cuerpo humano. ¿Un anuncio oportunista comunicado de forma muy preliminar? “Lo único que dijimos fue lo mismo que dijo Grifols, Roche, Astrazeneca… que tienen unos productos que creen que pueden funcionar”, niega.
"Estamos viendo una gran actividad del compuesto”
“Creo que es efectiva al 100 %, el tiempo dirá si me he equivocado”, y habla del respaldo científico de su apuesta y de la mano de los políticos tras las decisiones para apoyar o no un compuesto.
“Al Remdesivir en 48 horas le dan luz verde para el ensayo clínico… lo desarrollaron contra la hepatitis, el ébola… no funcionó. Nuestro medicamento en cambio está aprobado en Australia contra mieloma, se conoce la farmacocinética: que no se degrada, a qué tejidos va —al pulmón preferentemente, donde ataca la covid— y en cambio tardan 40 días en autorizar el ensayo clínico empezando de cero y a dosis muy bajas, por eso se está tardando tanto. Le queda por lo menos un mes. En ese mes demostraremos eficacia y seguridad”.
Aún en el mejor de los casos, todavía tiene otros pasos por delante. “No puedo adelantar mucho, pero estamos viendo una gran actividad del compuesto”, asegura Fernández Sousa. Lo que es indiscutible es que la biofarmacéutica, que en 2018 llegó a valer menos de 250 millones, se ha estrenado esta semana en el Ibex-35 y supera los 1.800 en uno de los recorridos más brillantes de la Bolsa española de este año.
Añadir nuevo comentario