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Cada 3 de agosto se celebra el Día Internacional de la Planificación Familiar. El objetivo de este día se basa en decidir el número de hijos que una pareja desea tener. Todo ello deben decidirlo en base a circunstancias sociales, económicas y personales.
Dentro de la planificación familiar se incluye también la educación sexual, la prevención y el tratamiento de las enfermedades de transmisión sexual; el asesoramiento antes de la concepción y durante el embarazo, así como el tratamiento de la infertilidad, que no debe ser un tema tabú en la sociedad.
La planificación familiar es parte de los derechos a la salud sexual y reproductiva
Según la Organización Mundial de la Salud, se calcula que en los países en desarrollo, unos 214 millones de mujeres desean posponer o detener la procreación pero no utilizan ningún método anticonceptivo.
En líneas generales, estos son los principales métodos anticonceptivos: píldoras anticonceptivas orales, implantes, inyectables, parches, anillos vaginales, dispositivos intrauterinos, esterilización masculina y femenina, método de la amenorrea de la lactancia, coito interrumpido y métodos basados en el conocimiento de la fertilidad.
Los preservativos son también un método de planificación familiar y además ayudan a prevenir la transmisión del VIH y otras infecciones. Con esto, la planificación familiar y los anticonceptivos evitan los embarazos no deseados.
La planificación familiar refuerza el derecho de las personas a decidir el número de hijos que desean tener y el intervalo de los embarazos además de prevenir la muerte de madres y niños, al evitar los embarazos no deseados.
Es muy importante dejar claro que la planificación familiar refuerza varios derechos humanos, incluidos el derecho a la vida y a la libertad; la libertad de opinión y expresión, y el derecho al trabajo y a la educación, además de reportar importantes beneficios para la salud y de otros tipos.
La promoción de la planificación familiar resulta esencial para lograr el bienestar y la autonomía de las mujeres y, al mismo tiempo, apoyar la salud y el desarrollo de las comunidades.
Así las cosas, la planificación familiar permite espaciar los embarazos y puede posponerlos en las jóvenes que tienen mayor riesgo de fatalidad por causa de la procreación prematura, lo cual disminuye la mortalidad materna. Se ha comprobado que las mujeres que tienen más de cuatro hijos se enfrentan con un riesgo mayor de muerte materna.
El uso de anticonceptivos ha aumentado en muchas partes del mundo
Especialmente en Asia y América Latina, pero sigue siendo bajo en al África subsahariana.
Por su parte, el uso de métodos anticonceptivos por los hombres representa una proporción relativamente pequeña. Se limitan al preservativo y la esterilización (vasectomía).
La OMS está trabajando para promover la planificación familiar mediante la preparación de directrices basadas en datos científicos sobre la seguridad de los métodos anticonceptivos y los servicios mediante los cuales se ofrecen; la preparación de normas de calidad y la precalificación de los productos anticonceptivos; y la ayuda a los países para que introduzcan, adapten y apliquen estos instrumentos para satisfacer sus necesidades. Sin embargo, la pandemia del coronavirus dificulta acceso a planificación familiar y causará embarazos no deseados.
Un informe de Médicos Sin Fronteras alerta de un fuerte aumento en la mortalidad materna y neonatal al quedar excluidas muchas mujeres de los servicios de salud sexual y reproductiva.
Todos los recursos sanitarios se desvían para enfrentarse a la pandemia
En el informe de Médicos Sin Fornteras, la doctora Sonia Guinovart, de la sección de ginecología lo resume así: "Lo que sucede es que otros servicios esenciales se ven afectados, disminuyendo o llegando a cerrarse completamente. Las mujeres embarazadas o las que necesitan atención de salud reproductiva no tienen acceso a estos servicios, bien porque no están funcionando o porque hay problemas de movilidad. Con las restricciones de movimiento las mujeres no pueden llegar o en muchas situaciones tienen miedo de acceder a los centros sanitarios por la posibilidad de contagiarse o la falta de información sobre si estos servicios están abiertos o no".
Un 15% de los embarazos terminan presentando una complicación que pone en riesgo la vida de la madre o del bebé. La situación es ahora especialmente grave en zonas en conflicto donde ya era difícil recibir atención por la inseguridad y porque los desplazamientos son muy largos.
Aparte, la pandemia del coronavirus está causando que más mujeres tengan dificultades para acceder a métodos de anticoncepción lo que redundará, por ejemplo, en que se produzcan más de siete mil 500 embarazos no deseados en Guatemala, estimó la oficina del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) para América Latina y el Caribe.
Dentro de los factores que limitan el acceso de las mujeres a los métodos de planificación familiar se encuentra el que las farmacéuticas a nivel mundial han diversificado su producción hacia productos que tienen que ver con la pandemia, a ello se suman problemas de logística que tiene que ver con el cierre de puertos y aeropuertos y la limitación del tráfico aéreo.
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