La pobreza extrema se vuelca en un total de 700 millones de personas

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24/03/2025 - 14:30
Situación de pobreza extrema

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El número de personas que viven en pobreza extrema sigue disminuyendo cada año. Aunque sigue siendo alto, la tendencia general muestra un progreso constante, algo que no siempre se refleja en los medios o en la agenda política.

En La Pizarra de Domingo Soriano, se analiza esta mejora, por qué no se da suficiente visibilidad a este avance y por qué algunos sectores insisten en presentar una realidad contraria.

La evolución de la pobreza extrema: Un progreso silencioso

A principios de los años 80, alrededor de la mitad de la población mundial vivía en pobreza extrema. Hoy, esa cifra se ha reducido al 8,5 %. Este descenso es una muestra clara de los avances conseguidos en la lucha contra la pobreza.

La definición de pobreza extrema ha cambiado con el tiempo. En sus inicios, se consideraba pobreza en extremo a aquellos que ganaban menos de uno o dos dólares al día. Hoy en día, el umbral ha aumentado, lo que refleja una mejora en los estándares de vida. Este cambio no es consecuencia de la inflación, sino de un aumento en lo que se considera necesario para una vida digna.

En países más ricos, la definición de pobreza es diferente. Por ejemplo, en Estados Unidos, se considera pobre a quien gana menos de 25 dólares al día. Aunque esta cifra es baja, no se asocia a una persona en esa situación con la imagen clásica de pobreza, ya que, en ese contexto, esos ingresos no significan necesariamente carecer de lo básico.

Reducción de la pobreza en cifras

Hoy en día, menos de 700 millones de personas viven en pobreza extrema, principalmente en África. Sin embargo, es importante recordar que, a principios de los años 90, más de 2.000 millones de personas vivían en esta situación. El ritmo de disminución ha sido impresionante. A pesar de los contratiempos como la pandemia de Covid-19, el progreso sigue siendo notable.

El avance ha sido especialmente significativo en Asia. En las décadas de 1960 y 1970, la pobreza extrema era un fenómeno principalmente asiático. Hoy, muchos países de la región han logrado reducir la pobreza de forma considerable.

Mejoras en otros indicadores de bienestar

La reducción de la pobreza extrema ha ido acompañada de mejoras en otros indicadores de bienestar. La esperanza de vida, por ejemplo, ha aumentado de 64 años en 1990 a más de 73 años en la actualidad.

El acceso a agua potable ha mejorado, pasando de un 50 % de la población mundial en 1990 a casi un 75 % en 2023. La alfabetización también ha aumentado: en 1990, el 38 % de la población mundial no sabía leer ni escribir, mientras que hoy solo un 12 % está en esa situación.

Además, el acceso a electricidad ha mejorado notablemente. En 2000, más de 1.200 millones de personas vivían sin electricidad en sus hogares; ahora, esa cifra ha disminuido a menos de 750 millones. El consumo de calorías también ha aumentado, lo que refleja una mejora en la nutrición global.

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