Las guerras en África impactan más en la educación de las niñas que en la de los niños

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03/02/2025 - 09:38
Niño ante una pizarra

Lectura fácil

Un estudio liderado por Xiao Hui Tai, de la Universidad de California en Davis, y publicado en la revista PLOS ONE, revela que las guerras en África tienen un impacto desproporcionado en la escolaridad de las niñas. Según el estudio, la exposición a conflictos armados a 25 kilómetros de casa reduce la escolaridad de las niñas en 0,38 años (aproximadamente 4,5 meses) al llegar a la adolescencia, mientras que los niños no experimentan un efecto similar.

Datos y metodologías que explican el impacto de las guerras en África

El estudio analizó datos de encuestas del Programa Internacional de Encuestas Demográficas y de Salud y del Programa de Datos sobre Conflictos de Uppsala, recopilados entre 1986 y 2022. Con información de 31.973 episodios violentos y respuestas de 1.938.424 personas, el análisis permitió medir la exposición a conflictos a nivel local gracias a coordenadas geográficas precisas.

Los resultados muestran que las niñas de entre 6 y 11 años que viven cerca de zonas de las guerras en África son especialmente vulnerables a abandonar la escuela.

La escolaridad femenina se ve más afectada cuanto más cerca ocurren los conflictos, incluso si estos son de baja intensidad. En cambio, los niños no enfrentan el mismo nivel de interrupción en su educación.

Factores sociales y económicos detrás de la desigualdad

El impacto de las guerras en África en la educación de las niñas tiene raíces sociales y económicas. Las familias que viven cerca de zonas de violencia tienden a mantener a las niñas en casa por preocupaciones de seguridad o para reasignar recursos educativos a los niños.

Esta desigualdad no solo priva a las niñas de oportunidades académicas, sino que también limita los beneficios sociales y económicos que tradicionalmente trae la educación femenina, como una menor mortalidad infantil y una mejor inserción en el mercado laboral.

Una luz de esperanza en la educación femenina

A pesar de los efectos negativos, el estudio encontró que las niñas expuestas a guerras en África durante varios años pueden experimentar una mejora parcial en su educación posteriormente. Esto podría deberse a esfuerzos de reconstrucción social y educativa en zonas afectadas por conflictos. Sin embargo, estos avances no compensan completamente las pérdidas iniciales, dejando claro que se necesita una acción inmediata para mitigar el impacto de las guerras en África la escolaridad femenina.

La investigación subraya la urgencia de desarrollar estrategias educativas que protejan a las niñas en zonas de conflicto, promoviendo la igualdad de oportunidades y el acceso a la educación, incluso en circunstancias adversas.

En algunas regiones de África, pese a la presencia de conflictos, se han desarrollado sistemas educativos más resilientes y flexibles que permiten continuar con el aprendizaje a pesar de las adversidades. Por ejemplo, en muchas comunidades se recurre a métodos de enseñanza informales y adaptativos, como clases al aire libre o en espacios comunitarios, que facilitan la continuidad educativa incluso cuando las escuelas tradicionales han sido dañadas o cerradas. Además, la respuesta de organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales ha sido crucial para implementar programas de educación de emergencia, lo que ayuda a mitigar la interrupción prolongada en el proceso educativo.

Otro aspecto importante es la capacidad de adaptación de las comunidades locales, que han aprendido a enfrentar la inestabilidad y a desarrollar soluciones creativas para garantizar que los niños sigan aprendiendo, aun en situaciones de crisis. En algunos contextos, la estructura educativa ya era menos centralizada, lo que facilita la implementación de estrategias alternativas en momentos críticos. Esto contrasta con otros lugares donde el sistema escolar es más rígido y depende en gran medida de infraestructuras centralizadas, lo que puede ocasionar interrupciones más prolongadas ante situaciones de conflicto o desastre.

Por último, es relevante tener en cuenta que la percepción de “interrupción” puede variar según las expectativas y el punto de referencia. Mientras que en algunos países se mide la continuidad educativa en términos de asistencia a escuelas formales, en zonas de conflicto africanas la educación a menudo se reconfigura para adaptarse a la realidad local, haciendo que, a pesar de las dificultades, el proceso de aprendizaje no se detenga por completo.


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