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Si tuviésemos que hablar de una de las redes sociales en tendencia sin duda acabaríamos haciéndolo de TikTok. La red social china no ha dejado de crecer en el mundo, incluso a pesar de las restricciones en algunos países como Estados Unidos en un juego de tensiones diplomáticas. Y es que las redes sociales en general, han trascendido el ámbito del ocio para convertirse en un canal de comunicación cada vez más consolidado y de mayor poder.
Un poder que no solo te entretiene con la última coreografía que todo el mundo intenta imitar, o que te vende desde maquillaje hasta ideas políticas. Es precisamente en este último punto donde las redes sociales se muestran más ambiguas y hasta peligrosas. Todo empezó en X (el antiguo Twitter), donde partidos políticos y representantes de los mismos iniciaron campañas políticas e incluso ahora lo utilizan como medio para dar mensajes oficiales, y ahora ha llegado la era de TikTok.
La política en la era de TikTok, ¿realmente estamos preparados?
La forma de consumir información ha dado un importante volantazo, muy parecido a cuando apareció la radio y dejó casi obsoletos a los periódicos, lo mismo que ocurrió con la televisión. Las redes sociales son ese meteorito que ya ha impactado y está cambiando las reglas de la comunicación. Más visuales, más apelativas, menos formales, donde prima el meme y los sesgos ideológicos, la política parece haberse banalizado en las aguas de TikTok o Instagram.
Cada vez es más habitual encontrar videos en TikTok de políticos y partidos para contestar a otros mensajes, iniciar enfrentamientos o simplemente hacer una campaña política perpetua. Aunque lo cierto es que no todos son capaces de adaptarse adecuadamente. Hay algunos que se quedan atrás en esta carrera por subirse al último carro de la tecnología comunicativa, pero hay quienes van por delante, retorciendo las normas para ponerlas a su favor.
Pero, ¿Cuál es el punto sustancial del cambio? Isaac Hernández, experto en comunicación política y marketing político lo explica en una entrevista concedida a ElDiario.es, que: “Hemos pasado de una comunicación unidireccional en la que el receptor de información no tenía la capacidad de responder, a una en la que hay comunicación entre las partes de forma fácil”, es decir, ahora los consumidores de información en TikTok y otras redes sociales también pueden opinar y responder.
El debate en redes, una fuerza que mueve masas
El hecho de que las redes sociales permitan a los usuarios plasmar sus propios mensajes y opiniones, ha hecho que estas se conviertan en un campo de debate político. Pasó en Twitter y está pasando en TikTok. Pero este debate abierto, que muchas veces acaba derivando en auténticas contiendas, también sirve para la distracción y la banalización política, donde se debate más sobre cuestiones emocionales, que radicalizan las opiniones, que sobre problemas reales que afectan al día a día.
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