Lectura fácil
El precio del oro sigue al alza y se acerca poco a poco a sus niveles históricos. Y es que este metal preciado por referencia ha sido y será un producto de inversión rentable en momentos como este en el que los tipos de interés son bajos y las cuentas de los países desarrollados no pasan por su mejor momento.
En este sentido, los analistas creen que esta crisis podría llevar al precio del oro a superar sus máximos históricos e incluso superarlos. Pero todo dependerá de cuánto dure la impresión masiva de billetes de la banca central, los tipos de interés cero en Estados Unidos (EEUU) y las políticas expansivas de gasto público para reducir el impacto de la crisis económica.
La crisis dispara el precio del oro en los mercados
Una vez más, comprar oro vuelve a ser el refugio de quienes buscan una inversión segura y rentable. Por eso mismo, en las últimas semanas se ha disparado el interés de los grupos de inversión por el oro.
La explicación reside en que los tipos de interés están cerca de cero o en territorio negativo en buena parte del mundo desarrollado. Además, las políticas monetarias expansivas amenazan con restar valor a las monedas mientras sobrevuela la incertidumbre sobre el control de la inflación.
Como resultado, el oro se ha convertido en un activo atractivo para quienes prefieren hacer sus apuestas sobre valor seguro.
Vender oro para comer, la realidad de muchas familias
Pero lejos de los que aprovechan la ocasión para comprar oro como inversión, están los que tienen que venderlo para poder comer. Eso es lo que ocurre en situaciones como esta.
Muchas familias se han quedado desamparadas en mitad de una crisis económica brutal que les ha dejado sin poder trabajar y en muchos casos sin capacidad de ingresar dinero.
En consecuencia, los compro oro pasan ahora por una situación excepcional. De hecho, hay menos gente vendiendo oro que comprando en los mercados, lo que incrementa su valor.
Los compro oro reabren con el desconfinamiento
En el caso de Madrid, los locales dedicados a la compraventa de oro van abriendo poco a poco sus puertas ante la previsión de que mucha gente acuda a empeñar o vender sus pertenencias para obtener algo de dinero en estos momentos complicados.
Como ya ocurrió durante la crisis de 2008, todo tipo de personas acudían a estos establecimientos para liquidar su oro. Y es que hay tanto personas mayores que venden sus joyas para ayudar a sus hijos y nietos frente a los despidos, como empresarios que se ven obligados a vender su oro para pagar nóminas.
La situación es preocupante para los hogares, para las empresas, para todas las personas que han perdido su trabajo y también para los que van a ser despedidos en los próximos meses. Las previsiones económicas no son buenas y los efectos de la crisis van a ser muy negativos en el empleo.
El precio del oro, un valor diferente
En este sentido, la desigualdad de ingresos y oportunidades marca de nuevo la intensidad con la que los diferentes grupos de personas sufren los reveses en la economía. Mientras unos compran oro para hacer crecer su dinero, otros lo venden para pagar facturas o dar de comer a sus hijos. Dos realidades en un mismo mundo.
Añadir nuevo comentario