El precio de la vivienda supera en un 12,5 % los máximos de 2007, según los registradores

El precio medio de la vivienda subió en el cuarto trimestre un 1,7 % respecto al trimestre anterior, y marcó un nuevo máximo histórico que supera ya en un 12,5 % el coste de 2007, previo a la burbuja inmobiliaria.

Así lo refleja la última estadística inmobiliaria publicada por el Colegio de Registradores, que pone de manifiesto que con octubre-diciembre se encadenaron cinco trimestres consecutivos de repuntes, con una subida interanual en el trimestre final de 2024 del 12,34 %. Con respecto a los mínimos de 2014, se acumula un encarecimiento de las casas del 81,69 %.

En el cuarto trimestre, el precio medio fue de 2.164 euros el metro cuadrado, lo que supone un aumento del 2,4 % respecto al trimestre precedente. Este incremento se desglosa en un ascenso del 1,6 % en casas usadas y un 3,7 % en vivienda nueva.

Las comunidades autónomas con mayores precios medios por metro cuadrado fueron Madrid (3.780 euros), Illes Balears (3.771), País Vasco (3.157), Cataluña (2.615) y Canarias (2.327).

El precio de la vivienda sigue en ascenso y supera los niveles de 2007

El mercado inmobiliario en España continúa su tendencia alcista. Según datos de los registradores, el precio medio de una casa en 2024 es un 12,5 % superior a los máximos alcanzados en 2007, justo antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Esta cifra refleja el encarecimiento progresivo de la vivienda y pone de manifiesto las dificultades de acceso para muchos compradores, especialmente los jóvenes y familias con ingresos medios.

A pesar de la desaceleración de las compraventas en los últimos meses debido al encarecimiento de las hipotecas, la demanda sigue siendo elevada, impulsada por inversores y compradores con ahorros suficientes para afrontar el alza de precios.

¿Por qué sigue subiendo el precio de la vivienda?

En primer lugar, la escasez de oferta en ciertas ciudades y regiones con alta demanda, como Madrid, Barcelona o la Costa del Sol, contribuye a la presión alcista. La falta de suelo urbanizable y las trabas burocráticas en la construcción también dificultan la ampliación del parque de viviendas.

Además, la inflación y el encarecimiento de los materiales de construcción han elevado los costes de edificación, lo que se traslada al precio final de las viviendas. A esto se suma el interés de los inversores en la vivienda como activo refugio, ante la volatilidad de otros mercados financieros.

Por otro lado, aunque el acceso a la financiación es más restrictivo que en 2007, los bajos tipos de interés de los últimos años han favorecido el endeudamiento, impulsando los precios. Sin embargo, la reciente subida de tipos por parte del Banco Central Europeo podría enfriar la demanda en el futuro.

¿Qué consecuencias tiene para los compradores?

El encarecimiento de la vivienda plantea varios retos para quienes buscan adquirir una propiedad. En primer lugar, los compradores necesitan una mayor capacidad de ahorro para afrontar el pago inicial, ya que las entidades bancarias exigen al menos el 20 % del valor del inmueble como entrada.

Además, la subida de precios reduce el acceso a una casa para los jóvenes y familias con menos recursos, obligándolos a optar por el alquiler, que también ha experimentado una subida notable en los últimos años.

En este contexto, algunas administraciones están impulsando medidas como ayudas a la compra, viviendas de protección oficial y programas de acceso a la primera hipoteca para mitigar el impacto de la escalada de precios. Sin embargo, el problema de fondo sigue siendo la falta de oferta suficiente para satisfacer la demanda.