A medida que los precios de producción aumentan, los agricultores se ven obligados a desechar sus cosechas en lugar de comercializarlas. Esta situación genera un desperdicio de alimentos significativo.
Hoy en día está claro el impacto medioambiental que tienen las bolsas de plástico. En los años 80, con la irrupción de estas bolsas, sus productores defendían sus ventajas frente a las de papel.
Actualmente el sector textil es el más contaminante. Según las estadísticas, se producen hasta 5.000 millones de jeans en todo el mundo, lo que equivale entre 2.000 y 3000 litros de agua en cada prenda.