El tabaco no se irá de Nueva Zelanda como tenían previsto

Nueva Zelanda y su nuevo Gobierno conservador ya han anunciado su decisión de retirar la ley que prohibiría la venta progresiva de tabaco a partir del 2027.

Una ley que fue aprobada en 2022 y que además establecía que los nacidos en 2009 y adelante nunca podrán cumplir tabaco en el país, no verá la luz.

"Nuestras comunidades se han pronunciado inequívocamente contra el control que las empresas tabacaleras tienen sobre su bienestar y el futuro de sus whnau (familia, en maorí). Esta acción ignora estas voces comunitarias con el fin de recaudar ingresos para pagar los recortes de impuestos para los más ricos de Aotearoa (Nueva Zelanda)", denuncia la asociación de salud maorí Hpai Te Hauora.

El golpe al tabaco que nunca llegará desde Nueva Zelanda

De hecho, desde la asociación de salud maorí Hpai Te Hauora ven en la retirada de la ley contra el tabaco un mazazo a la salud y el bienestar de todas la población del país, y más para la población indígena, que registra mayores tasas de tabaquismo y enfermedades asociadas.

Si la ley antitabaco hubiera salido adelante, podría salvar hasta 5.000 vidas al año, ya que se trata de un hábito que es la principal causa de muerte evitable en el país.

Con el Gobierno laborita, Nueva Zelanda consiguió que en 2022 saliera la ley contra el tabaco, la que además prohibiría a los nacidos en 2009, que en 2027 cumplirían los 18 años, puedan comprarlo en todo el país. Pero con la pérdida de las elecciones del pasado octubre, finalmente el Partido Nacional y la formación de derecha liberal Asociación de Consumidores Contribuyentes, que en el 2022 eran la oposición, finalmente se ha acabado saliendo con la suya.

Sin embargo, tras los recientes comicios, los nacionales -ganadores en las urnas- formaron una triple alianza con ACT y el nacionalista Partido New Zealand First (Nueva Zelanda Primero) para formar Gobierno.

Así, antes de jurar el cargo a finales de noviembre, el nuevo Gobierno de coalición neozelandés lo que primero hizo fue anunciar la derogación de la ambiciosa ley contra el tabaco con el objetivo de ayudar a financiar los recortes de impuestos que prometieron durante las elecciones.

Promesas electorales que lo único que hacen es dañar gravemente la salud de un país entero

"La sugerencia de que los recortes de impuestos serán pagados por las personas que continúan fumando es absolutamente impactante", dijo a Pacific Media Network Robert Beaglehole, presidente de la asociación Nueva Zelanda Libre de Humo.

Por su parte, el Ministerio de Sanidad predijo en 2022 que gracias a la política para acabar con el tabaco dejaría una contribución para el sistema sanitario de ahorro de hasta 5.000 millones de dólares neozelandeses durante los próximo 20 años, ahorrándose tratamientos de diferentes tipos de cáncer, ataques de corazón y otras amputaciones que están vinculadas con el tabaquismo.