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Con la llegada del año nuevo, también suelen aparecer las prisas para plantear los objetivos a cumplir durante esta nueva etapa. Desde dejar de lado un mal hábito hasta pasar más tiempo con los seres queridos, todos estos propósitos se unen en un objetivo mayor: visualizarnos en un futuro mejor.
Sin embargo, según indica la Universidad de Scranton y el instituto de investigaciones Statistic Brain, solamente 8% de las personas que se plantean propósitos, logra cumplirlos. “Principios de año es el momento en el que se piensan los propósitos, la mayoría busca llevar una vida más saludable, hacer ejercicio o adelgazar.
Aun así, es bueno hacerse propósitos y marcarse retos para comenzar el año. Lo importante es aprender cómo marcarlos, ser realistas en ellos y saber que se puede fallar. “Adaptar los objetivos a cada uno, es lo que hace que se cumplan los propósitos. Lo que importa es ser constante con estos cambios para conseguir convertirlos en hábitos. Por ejemplo, en vez de decidir dejar de fumar el día 1 de enero, es mejor proponerse reducir el consumo de tabaco un 10 o un 20%. Según cómo sea nuestro consumo la primera semana, si lo hemos conseguido se puede aumentar esa cifra e intentar fumarnos la mitad de los cigarros que antes, y así sucesivamente” aconseja Eva Soto.
Tener una vida saludable: uno de los propósitos más repetidos
Según un estudio de Scholaroo el 23% de los objetivos de año nuevo pasan por tener una vida saludable, el 21% por mejorar en su superación personal o felicidad y el 20% por perder peso. Así pues, es común que la consecución de los objetivos de año nuevo pase por aumentar el ejercicio físico realizado. Así lo demuestra los picos de altas en gimnasios que suele haber durante los primeros meses del año.
Sin embargo, los expertos revelan que lo ideal es marcarse objetivos a corto plazo para así poder celebrar pequeñas victorias personales. Hay que contar con que habrá momentos en los que se fracasa y esto forma parte del camino. Es importante combatir la frustración y pensar que una caída concreta no implica un fracaso general del propósito.
Los entrenadores personales ayudan tanto a la salud física como mental
La motivación de los primeros días en el gimnasio puede provocar que no se realicen los ejercicios de manera correcta. Por eso, una buena alternativa es contar con un entrenador personal para la consecución de los propósitos de año nuevo relacionados con ponerse en forma. Así pues, un preparador físico permite adaptar los entrenamientos a las necesidades de cada persona, además del seguimiento de las rutinas por parte de un profesional cualificado, modificando, en tiempo real, según la evolución y resultados de la persona.
Es importante valorar los objetivos paso a paso y tener en cuenta que estos pueden cambiar en función de la respuesta del cuerpo a la nueva rutina.
“Un entrenador personal garantiza una formación acreditada de calidad, avalada por certificados profesionales. Además de un conocimiento en los programas de entrenamiento que requiere cada persona, cuenta con formación complementaria como nutrición deportiva. De esta manera, puede beneficiar tanto a la salud mental como física” afirma Silvia Rodríguez, responsable de sanidad del departamento editorial de Campus Training.
Así, el personal trainer también ofrece otros elementos de valor que son interesantes para las personas que empiezan a realizar actividades deportivas, como es el conocimiento de la aplicación de pruebas para valorar la condición física, biológica y motivacional o su formación en nutrición deportiva. En este sentido, Campus Training ofrece la posibilidad de realizar el Curso de Personal Trainer y Nutrición, a través del cual se puede conseguir la formación acreditada como Personal Trainer. El curso ofrece, además de la formación teórica, formación práctica, clave en la formación de un buen entrenador personal.
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