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Las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo que participaron en el proyecto de Empleo Personalizado del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, llevado a cabo por Plena inclusión España, aumentaron sus horas de trabajo semanal en un 73 %. Además, se observó un aumento del 45 % en la formalización de contratos en comparación con el grupo de control.
Durante un seminario organizado por Plena inclusión España el jueves pasado, se presentaron los resultados de la investigación sobre el proyecto, financiado con fondos de la Unión Europea a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, es uno de los 32 pilotos lanzados como parte del Ingreso Mínimo Vital. Su evaluación está a cargo del Laboratorio de Políticas Públicas de Inclusión.
El proyecto de empleo personalizado para personas con discapacidad
Cada uno de estos proyectos se fundamenta en una metodología científica de ensayos aleatorios, en la que el grupo que participa en el programa se compara con un grupo de control que sigue las intervenciones convencionales.
En esta ocasión, el proyecto de empleo personalizado se llevó a cabo en 12 comunidades autónomas y Ceuta, con la participación de 512 personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. Este proyecto contó con la colaboración de 44 organizaciones miembro de Plena inclusión.
El impacto en 435 participantes
Los datos sobre la empleabilidad se centran en los 435 participantes que estaban desempleados en ese momento. De estos, la mitad participaron en el programa y la otra mitad no.
Los resultados muestran que el grupo de control trabajó en promedio 3.1 horas semanales durante el último mes, mientras que el grupo que participó en el programa registró 5.4 horas. Este aumento de 2.3 horas trabajadas implica una mejora del 73 %.
Además, el grupo de personas que participó en el programa logró un 45 % más de contratos laborales, aunque la mayoría eran de carácter temporal. En el momento de la encuesta, el 23 % de los participantes tenía empleo, en contraste con el 17 % del grupo de control.
El impacto del proyecto fue particularmente notable entre las personas con un grado de discapacidad superior al 65 %, quienes mejoraron su empleabilidad en 8 puntos porcentuales. También fue significativo entre aquellos que no tenían una situación de dependencia reconocida, ya que aumentaron en 4.3 horas su jornada laboral semanal.
En general, los participantes del grupo "tratado" incrementaron su acceso a formaciones en el mercado ordinario en un 50 %, y este porcentaje fue aún mayor para aquellos que estaban en situación de dependencia. Esto se debe a que algunas prestaciones son incompatibles con cierto número de horas de trabajo, pero no con la realización de prácticas no remuneradas o estudios.
El fortalecimiento y la participación en las evaluaciones
El programa de Empleo Personalizado proporcionó formación a los profesionales de apoyo, mejorando su autoeficacia y capacitación. Estos profesionales fueron incluidos en las entrevistas, junto con los familiares, tanto en el grupo de control como en el de tratamiento.
Según la misma investigación, los participantes en el programa experimentaron un aumento del 25 % en su sentido de pertenencia al barrio o ciudad, establecieron un 80 % más de nuevas relaciones a través de los procesos de empleo y realizaron un 90 % más de visitas a lugares nuevos en comparación con el grupo de control. Además, triplicaron su participación en actividades de voluntariado, reflejando un mayor sentido de pertenencia.
Usuarios, familias y profesionales coincidieron en que la visibilidad del colectivo también aumentó, al igual que el sentimiento de satisfacción y bienestar general. Además, la inclusión en este proyecto parece haber mitigado ciertos deterioros en el bienestar observados en el grupo de control.
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