Nuevo modelo predice el riesgo de psicosis en adolescentes: avances en salud mental

La psicosis es un trastorno mental caracterizado por una alteración en la percepción de la realidad, lo que puede llevar a la persona afectada a experimentar alucinaciones, delirios y trastornos del pensamiento. Es una condición compleja que afecta tanto a adultos como a adolescentes, y es fundamental comprender sus síntomas y tratamientos para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.

Síntomas de la psicosis

Los síntomas de la psicosis pueden variar dependiendo del individuo y del tipo de trastorno psicótico. Sin embargo, algunos de los más comunes incluyen alucinaciones, delirios, y trastornos en el pensamiento y el comportamiento. Las alucinaciones son percepciones erróneas de la realidad, como escuchar voces que no existen, ver cosas que no están presentes o sentir que algo está tocando al individuo cuando no es así. Los delirios, por su parte, son creencias falsas que la persona considera ciertas, como la creencia de ser perseguido o controlado por otros, o tener poderes especiales.

Además de estos síntomas principales, la psicosis también puede provocar un aislamiento social significativo, dificultad para mantener conversaciones coherentes, falta de emociones o respuestas inapropiadas en situaciones sociales, y problemas de memoria y concentración. Los cambios en el comportamiento, como la irritabilidad o la agitación, también son comunes. En los adolescentes, estos síntomas pueden ser más difíciles de identificar, ya que algunas conductas pueden ser atribuibles a las dificultades propias de la adolescencia.

Tratamiento de la psicosis

El tratamiento de la psicosis se basa principalmente en el uso de antipsicóticos, medicamentos que ayudan a controlar los síntomas y prevenir la progresión del trastorno. Estos fármacos pueden ser eficaces para reducir las alucinaciones y los delirios, aunque también pueden presentar efectos secundarios. Además de los medicamentos, el tratamiento incluye terapia psicológica, que puede ayudar a la persona a comprender su trastorno y a desarrollar estrategias para manejar los síntomas.

En el caso de los adolescentes, el tratamiento temprano es clave. La intervención temprana puede mejorar significativamente el pronóstico a largo plazo. Además del tratamiento farmacológico y psicológico, el apoyo familiar y el entorno social son factores fundamentales en el proceso de recuperación.

Estudio sobre la psicosis en la adolescencia: un modelo predictivo innovador

Recientemente, un grupo de investigación liderado por la Universidad de Oviedo ha desarrollado un modelo predictivo para detectar el riesgo de desarrollar psicosis en la adolescencia, lo que representa un avance crucial en la prevención de este trastorno en jóvenes. El estudio fue realizado por el grupo de investigación P3-Programa de Prevención de Psicosis, en colaboración con el Servicio Cántabro de Salud, y publicado en el Journal of Clinical Psychology.

El modelo predictivo fue creado a partir del análisis de una muestra representativa de 1.824 adolescentes de entre 14 y 19 años, seleccionados a través de un muestreo probabilístico por aulas en colaboración con la Consejería de Educación del Gobierno del Principado de Asturias. Según Mercedes Paino, catedrática del Departamento de Psicología de la Universidad de Oviedo, el estudio aborda la pregunta clave de “¿hacia dónde hay que mirar para detectar el riesgo de psicosis en la adolescencia?”. Los investigadores destacan que no hay una única respuesta, ya que la detección del riesgo de psicosis es compleja y depende de una variedad de síntomas y factores.

El modelo también toma en cuenta los síntomas psicóticos subclínicos, como experiencias perceptivas anómalas o pensamientos mágicos, que aunque son comunes en la población general (alrededor del 5 %), pueden ser indicativos de un mayor riesgo en los adolescentes. Además, los investigadores encontraron que el riesgo de psicosis en los jóvenes puede estar relacionado con factores como antecedentes de depresión, ansiedad, consumo de sustancias, o experiencias traumáticas.

Este avance tiene un gran potencial en términos de prevención. Detectar a los adolescentes en riesgo de desarrollar psicosis permitirá implementar intervenciones psicológicas preventivas de manera temprana, optimizando los recursos y mejorando el pronóstico de los jóvenes afectados. La investigación abre nuevas posibilidades para abordar la psicosis desde su fase más temprana, lo cual es clave para evitar su progresión y minimizar su impacto en la vida del adolescente.