¿Cuáles son los síntomas para identificar si tu hijo sufre fobia escolar?

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
22/02/2025 - 11:00
Niña con fobia escolar

Lectura fácil

La fobia escolar es un trastorno que afecta cada vez más a niños y adolescentes. Se manifiesta como un temor profundo y constante a ir al colegio, lo que puede afectar de manera significativa su desarrollo académico, social y emocional. Por esta razón, es crucial identificar sus síntomas y tratar la situación a tiempo.

¿Qué es la fobia escolar?

La fobia escolar se define como la incapacidad parcial o total de un niño o adolescente para asistir a la escuela, originada por un temor irracional relacionado con algún aspecto del entorno escolar.

Este miedo puede estar vinculado a situaciones específicas, como el temor a un profesor determinado, a algunos compañeros, a la presión de los exámenes o a experiencias de acoso escolar o bullying previas.

En muchos casos, el menor no es capaz de identificar con claridad la causa de su ansiedad, experimentando una angustia generalizada ante la idea de asistir al colegio a diario.

Diferentes tipos de síntomas

Los síntomas pueden manifestarse de diversas maneras, tanto físicas como emocionales. Para identificar este trastorno, es necesario que padres, educadores y profesionales de la salud estén atentos a las siguientes señales:

Síntomas físicos

El niño puede presentar dolores de cabeza, molestias estomacales, náuseas, vómitos, diarrea, mareos o fatiga. Estos síntomas suelen intensificarse antes de la entrada a clases y disminuir o desaparecer durante los fines de semana, vacaciones o cuando no hay clases.

Síntomas emocionales

Si el niño sufre de fobia escolar, puede experimentar ansiedad extrema, ataques de pánico, llanto incontrolable, irritabilidad y cambios bruscos de humor. El menor puede mostrar miedo hacia situaciones específicas en la escuela o estar excesivamente preocupado por eventos negativos como exámenes o presentaciones.

Síntomas conductuales

El comportamiento del niño también puede verse afectado, mostrando una negativa rotunda a asistir al colegio, intentos de escapar durante las clases, dificultad para separarse de sus padres o cuidadores, o evitar ciertas actividades escolares. En algunos casos, incluso puede fingir estar enfermo para justificar su ausencia.

Las posibles causas

Las causas que pueden provocar la fobia escolar son diversas y pueden variar según el niño. Sin embargo, existen algunos factores comunes que contribuyen a su desarrollo:

  • Experiencias traumáticas: Situaciones de acoso escolar desconocidas para los padres o profesores, conflictos con compañeros o profesores, o haber sido testigo de algún evento violento en la escuela.
  • Ansiedad por separación: En niños más pequeños, el miedo a separarse de sus padres puede desencadenar en esta fobia.
  • Perfeccionismo y miedo al fracaso: Algunos niños desarrollan un miedo intenso a no cumplir con las expectativas académicas, lo que les lleva a evitar la escuela.
  • Cambios significativos: Mudanzas, cambios de escuela o situaciones familiares estresantes pueden generarla.

Es importante diferenciar entre la fobia escolar y la ansiedad por separación, ya que aunque ambas están relacionadas con el miedo y la ansiedad, la fobia escolar está exclusivamente vinculada con el entorno educativo.

El impacto de la fobia en el menor

Padecer esta fobia puede tener efectos negativos en el desarrollo académico del niño, ya que el ausentismo recurrente puede causar retrasos en el aprendizaje, bajas calificaciones y dificultades para seguir el ritmo de la clase.

También afecta su desarrollo social, ya que la falta de interacción con sus compañeros limita sus habilidades sociales y su capacidad para establecer relaciones saludables y participar en actividades grupales.

A nivel emocional, el estrés y la ansiedad constantes pueden predisponer al niño a desarrollar otros trastornos, como depresión o ansiedad generalizada.

Tratamiento

El primer paso es asesorar a las familias para evitar que el niño falte de manera continua a clases, fomentando su regreso al colegio lo antes posible. En algunos casos, si se asiste regularmente a clases, los síntomas tienden a desaparecer.

Es fundamental trabajar en la colaboración del niño, lo cual puede ser complicado, pero es esencial para el tratamiento. Se pueden realizar sesiones individuales con el niño, dándole distintas opciones para que él mismo elija cómo afrontar su regreso al colegio.

El tratamiento puede incluir técnicas como la relajación, la modificación de pensamientos irracionales, el uso de técnicas para resolver problemas o la exposición gradual a las situaciones que le generan miedo.

Añadir nuevo comentario